Este
es el país de VUELVA USTED MAÑANA.
Hoy
tenía que hacer una gestión en el INSS, como vivo fuera de Valencia
he tenido que coger el tren y combinarlo con el tranvía para llegar
a la oficina que por mi circunscripción me toca. A la entrada hay y
un funcionario que te pregunta el motivo y a continuación te da un
número y tienes que espera más de1/2 hora para que te llamen. La
gestión era muy sencilla: pasar a mi hijo de 16 años de la cartilla
de mi esposa a la mía. Ni que decir tiene que llevaba todos la
documentación precisa para dicha gestión con lo que esperaba cuando
me llamaran solucionar rápidamente la cuestión. Cuando han marcado
mi numero y la mesa a la que debía dirigirme ¡oh sorpresa! me han
dicho que ellos me daban nueva fecha para que volviera otro día a
hacerme la cartilla de mi hijo. Cuando le he manifestado que llevaba
toda la documentación se ha limitado en tono semi-enérgico a
decirme que no gestionaban nada sin fecha previa, con lo que me ha
imprimido una nueva fecha para que vuelva el miércoles, me vuelva
dirigir al funcionario de la entrada, le diga que llevo fecha y me
dará número y mesa de nuevo para que me hagan la gestión. Parece
¡increíble! este es el país de la burocracia anti-ciudadana, es el
país de ¡¡VUELVA USTED MAÑANA!! que describía el gran Larra.
Porque me ha sucedido a mi y doy fe de ello pero en el SXXI suceden
las mismas cosas en la administración del Estado que en el siglo
XVIII y XIX. ¡España y viva la pepa!.
Volveré
el miércoles próximo, espero que el funcionario de turno le de por
atenderme y no por darme nueva fecha. Por favor amigos una "oración
milagrosa" a mi favor.
NOTA:
No tengo nada contra los dos funcionarios que me han atendido,
supongo que siguen las instrucciones de su jefe de negociado, este a
su vez de su jefe de sección y así sucesivamente. Mi queja es
contra el sistema: con estas actuaciones él mismo se sobre-carga de
trabajo y perjudica a los ciudadanos que pasan por la ventanilla y
salen con la amarga sensación de haber perdido su tiempo
Al
obligar a trabajar de esa forma a los funcionarios veo claramente una
intencionalidad del sistema político actual de desprestigiarlos y de
incrementar una animaversión
de los usuarios contra ese cuerpo técnico del estado, para que nos
parezcan justas las reducciones, los despidos, las rebajas
salariales, etc.
Cuando
hablan de "menos estado" solo están escondiendo el
traspaso a manos privadas de los servicios públicos que nos
deberían prestar a los ciudadanos. Traspaso que hacen a empresas de
su entorno que, ellas sí, hacen “su” agosto.
Algo hay también, amigo Salva, y esto que voy a decir no es políticamente correcto, de desidia funcionarial instalada en un subconsciente corporativista. Desgraciadamente, buen número de funcionarios, al margen de que se lo diga su jefe o no, te exteriorizan un desinterés preocupante hacia tí y hacia el problema que te lleva ante él/ella. Muchos viajes inútiles que hacemos a los locales de la Administración, muchos papeles que innecesariamente cumplimentamos, se ahorrarian símplemente poorque el funcionario de turno levantara el culo de su silla, fuera al armario que tiene 2 metros detrás, cogiera el papel adecuado y te resolviera el problema al instante.
ResponderEliminarEvidentemente pasar el trago de sufrir una mañana en dependencias de la Administración es algo que se trata de evitar por todos los medios. En el trasfondo, aunque a veces el escaparate es el funcionario, subyace una total falta de respeto de los poderes públicos hacia la ciudadanía que, a su vez descansa, en un sistema en el que el ciudadano no ejerce como tal sino que tan solo es votante o contribuyente.
Cierto que muchos funcionarios han contribuido a crear esa imagen kafkiana de la burocracia devoradora que también reflejaba en sus obras Kafka. Yo hoy he vuelto con una cierta rabia de haber perdido la mañana, como graduado social que fui durante muchos años sabia que se podía haber resuelto en 5 minutos la solicitud de cambio de cartilla de asistencia de mi hijo, pero me encontré con quien no quiso hacerlo. Afortunadamente no todos los funcionarios son iguales... lo peor es que los que son así trabajan contra ellos mismos y no se dan cuenta. La rabia la deben descarga contra quien les ha rebajado el sueldo o les ha dejado sin paga extra y sin embargo son de los colectivos que menos se mueven.
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