viernes, 30 de julio de 2021

Un republicano opina...


LA MONARQUÍA UN INSTRUMENTO POLÍTICO DE DESIGUALDAD

Como republicano reivindico la Constitución que el pueblo soberano se dotó tras la huida del tirano en 1931, y que el parlamento democrático aprobó. El golpe de estado de los militares fascistas, el fracaso del mismo y la posterior guerra que trajo al resistir el pueblo los envites de los militronchos bendecidos por la Iglesia Católica y apoyados por fracciones de los ejércitos nazis alemanes y fascistas italianos, y en consecuencia su triunfo violento trajo la suspensión forzada de la misma y una larga dictadura, que a la muerte del dictador y de acuerdo con su voluntad testamentaria se vino a la restauración de los barbones en calidad de reyes.
El régimen franquista ante la imposibilidad de mantener las famosas leyes del movimiento fascista y necesitando el capitalismo local abrirse a los mercados de los países del entorno a fin salir de la autarquía económica en la que en parte seguía el país, necesitaban dotarse de un nuevo andamiaje constitucional "aparente" al de esos países y con la intención de homologarse con Europa necesitaban una constitución que apareciera como democrática, para ello contó con el apoyo de la "izquierda" española agotada en sus enfrentamientos con la dictadura y pecando gravemente de buena fe. Así nació la Constitución de 1978, con la monarquía ocupando la jefatura del Estado.
Una vez más la izquierda, pobre papel político, abandonó a las instituciones republicanas que mantenían la legalidad en el exilio, y los partidos republicanos fueron excluidos de los famosos "consensos democráticos" de los que unos y otros presumían, los franquistas venidos a "demócratas" y la izquierda política venida a juntarse a los mismos, quizás pensando en ahorrar sufrimientos y avatares de resultados imprevisibles, pero también obedeciendo a sus patrocinadores americanos y europeos que financiaban su "institucionalización" con miles de dólares y marcos.
Resultado, después de más de cuarenta años, esta democracia ni es plena ni parece ir en la vía de serlo. La desigualdad y la corrupción de gran parte de sus políticos la lastran y el pueblo sufre sus consecuencias.
Hay mucho de que hablar y escribir pero dejo para otro momento comentar más ampliamente lo que nos supone seguir en el actual marco constitucional de 1978. Hoy solo quiero incidir y destacar la inmensa desigualdad política y social en la que nos movemos. 
Voy solamente a referirme al famoso "Artículo 14" de la citada constitución monárquica actual que dice:

"Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social."
¿Cómo cuadra esto con una monarquía? Una familia de origen francés se impone tras una guerra civil entre españoles como dinastía reinante y goza de privilegios sin igual sobre todos los ciudadanos, estando todos su representantes históricos marcados por la corrupción y la traición a los diferentes marcos constituciones en los que se movieron. Así la corrupción y la inmoralidad fueron las notas destacadas en todos ellos, con la breve excepción de los periodos republicanos sofocados por golpes militares. El ex-rey JC 1º ha seguido la línea y la sendas de sus antecesores, solo el maridaje de conveniencia política entre el PP-PSOE le libra de comparecer ante el parlamento y los tribunales.

Por ello y para no cansar a algún lector amable quiero dejar aquí mi reflexión. Diga los que diga la actual Constitución en España no todos los españoles somos iguales ni gozamos de los mismos derechos. ni mucho menos ni mucho más.  

Salud y República.