miércoles, 24 de diciembre de 2014

salva opina (24/12/14)



EL CUENTO DE LA NAVIDAD

Llega la fiesta “religiosa” de la Navidad con sus belenes, sus villancicos, sus cuentos y sus felicitaciones... Unos cenarán saliéndoles la gula por las órbitas de los ojos, otros cenaremos como todos los días con una ligera mejora haciéndonos eco de la parte gastronómica y comercial de la fiesta y otros cientos de hermanos nuestros apenas tendrán algo para echarse a la boca... ¿Felices Navidades?
El solsticio de invierno bautizado por la Iglesia y convertido en una fiesta religiosa, mítica y que nada tiene que ver con acontecimientos históricos y nos hace olvidarnos de tantas cosas para hacernos caer en las fantasías y derroches, para convertirnos en meros consumidores del gran negocio religioso-comercial.
La Iglesia, siempre controlándonos, marcando nuestras fiestas y descansos, llenándonos las cabezas de sus fábulas, reduciéndonos a un estado de alienación y desmemoria. Los que se enfrascaron en la redacción y puesta en marcha de la constitución monárquica del 78 nos quieren hacer creer que es laica, y nada más falso y engañoso. Vivimos entre tantas infamias que recortan nuestra libertad y derecho a ser...
Otros muchos ciudadanos, estimulados por los medios de comunicación que especulan con lo que dirá en su discurso el sucesor del sucesor del dictador Franco, estarán pendiente de la caja boba... Son los que viven de sainetes, comedias y zarzuelas.
Así el país se paraliza ideológica y moralmente, absorbidos o alienados por el momento pseudo-religioso, solo reducidos al papel de expectantes y participativos del consumo y de los cuentos... mientras dos millones de hermanos se ahogan en la desesperación y en la miseria... pero es “navidad” y todo el mundo , como papagayos, repetimos sin ton ni son "Felices Navidades".
Pero ¿de verdad son “Felices Navidades”?


viernes, 5 de diciembre de 2014

Opinión de un republicano



La República y la constitución monárquica del 78




EL 6 DE DICIEMBRE,  NADA QUE CELEBRAR.


Esta no es la constitución de un pueblo libre y que se gobierna así mismo. Cuando nuestro pueblo tuvo libertad eligió una República Democrática y una Constitución acorde con los tiempos y las necesidades del momento.
Hoy, la monarquía actual es la heredera natural de un dictador que soñó perpetuar su macabra obra política como si fuera posible detener los tiempos y el devenir de la historia.
Esta llamada constitución monárquica es un vano empeño en dar cumplimiento al desafuero de la dictadura, adoptando apariencias democrático-liberales que en la trastienda decidían mano a mano Abril Martorell (en representación de los franquistas venidos a “demócratas”) y Alfonso Guerra (uno de los sepultureros del socialismo democrático en Suresnes) y que luego le daban forma “jurídica” una comisión de representantes de todos los partidos que aceptaban la monarquía (incluido el PCE). Desafortunado papel los del PSOE y el PCE al dejar solos a la República, a los republicanos y a las instituciones que en en el exilio representaban la legalidad a la que por segunda vez se “machacaba”. 
Los republicanos hemos sido, pues, silenciados en estos 36 años de gobiernos postfranquistas, deliberadamente se nos ha negado el pan y la sal, se nos ha ocultado a las nuevas generaciones que han ido pasando por la escuela, hemos sido la “bestia negra”, los “masones”, los “judíos”, los “anarquistas”, la “antiespaña”, la cruel “perseguidora” de la Iglesia Católica...
Por ello ha llegado la hora de agruparnos, de organizarnos, de darnos a conocer pese a todas las dificultades que nos ponen y nos irán poniendo en la medida que nuestras propuestas vayan calando en un pueblo cada dia más sediento de justicia, de trabajo, de libertad, de oportunidades sociales, de cultura...
Eso fue lo que representó la Constitución de la República Democrática de España de 1931, una Constitución de hombres libres y soberanos de sus destinos. Esa es la Constitución que los Republicanos celebramos y reivindicamos.
Salud y República.