lunes, 31 de enero de 2011

salva opina


Tras el pacto , los sindicatos se alejan más de sus bases, de la clase trabajadora, y viceversa

Los sindicatos pactaron frente al deseo opositor mayoritario de los trabajadores y ciudadanos de este país. Dieron la espalda excusándose en que la situación económica exigía este "esfuerzo" y que con su acción conseguían arrancar mejoras sensibles frente a la posición inicial del gobierno. No son más que excusas fáciles de desmontar al mal paso dado contra los intereses generales de los trabajadores, ante esta nueva rebaja ostensible del raquítico estado del bienestar a la que contribuyen con su firma. Excusas que pretenden esconder la realidad sindical en nuestro país: unos sindicatos que han ido dejando su papel de instrumento de lucha, de organización obrera genuina conectada a sus bases, para convertirse en "entes" autónomos frente a las mismas, en estructuras burocráticas acostumbradas a practicar la "ante- sala" ante al político de turno, predispuestos al pacto frente a la reivindicación.
A lo largo de estos años la afiliación ha ido disminuyendo, la participación en la vida orgánica por parte de los afiliados reducidas a mínimos, las secciones sindicales vacías de vida orgánica y participación de los trabajadores-afiliados, convertidas en pequeños comités donde en el mejor de los casos se reúnen los delegados electos para entregar su crédito de horas al secretario que determina quienes serán los liberados sindicales, que suelen ser siempre los mismos periodo tras periodo, que ni consultan ni reúnen a los afiliados, que han asumido la tarea de transmitir de arriba abajo las consignas y acuerdos que llegan desde los órganos de dirección, órganos constituidos por verdaderos "profesionales" del sindicalismo, por verdaderos políticos-bis, que hace años dejaron de pisar fábricas, tajos y centros de trabajo al convertirse en esos líderes indiscutibles adornados de las mejores cualidades para la negociación y el pacto, bien remunerados y mejor vestidos, cuya ideología sindical de lucha y alternativa se ha ido diluyendo en defensa de su posicionamiento de interlocutores privilegiados, únicos y sostenidos por el poder político de turno.
Es el fin de la vida orgánica sindical, de la organización tipicamente obrera, es el alejamiento de la clase trabajadora que no confía en esos liderazgos en la misma proporción que éstos con las bases. Es una brecha , un quebrado insalvable entre direcciones burocratizadas y trabajadores.
Los "lideres" sindicales ha, llegado a creerse su papel de liderazgo social en una carrera desbocada de retro-alimentación con su pequeño entorno solo explicable por esa dicotomía insalvable que supone ser dirigente frente a trabajador. Ellos son los que toman las decisiones "correctas" y "mejores" para el conjunto. Mientras el conjunto de trabajadores se va separando cada día a través de la des-afiliación, del no seguimiento de las consignas-ordenes-disposiciones adoptadas en las que no tomaron la más mínima parte, desencantados ante los compadreos de su lideres con el poder político.
Esta es la realidad a la que se está llegando: las centrales sindicales "mayoritarias" y de "clase": ni son tan mayoritarias porque cada día afilian y organizan a menos trabajadores, por que viven y se mantienen como unos políticos-bis dependientes de los presupuestos públicos y por ello perdedores de la independencia necesaria para desarrollar la labor de reivindicación y auto-organización obrera frente al poder y el capital; con lo que los trabajadores empiezan a no sentirlas como sus organizaciones genuinas y necesarias, abriéndose un alejamiento, un periodo de extrañeza mutua, entre en los que solo tiene como capital su fuerza de trabajo y estas organizaciones que ni les representan, ni les defienden ni confían en la fuerza transformadora de la lucha de clases. De ahí la práctica del pacto por el pacto. De ahí el alejamiento de los trabajadores con respecto a esas organizaciones.

miércoles, 26 de enero de 2011

salva opina


El eslabón más débil de la cadena


Amigos, comprendo y comparto vuestro horror, por esta sociedad donde todo está atado, bien atado, para que los de siempre sigan chupando de la teta , mientras los más producen para ellos. Si alguien los pone en solfa, que me perdonen los músicos por utilizar esta bendita palabra, el sistema cae sobre él y su familia: el despido, el paro, la policía, los jueces, la cárcel y el paredón en última instancia si persiste en su rebeldía. La clase social dominante tiene garantizada de antemano su posición ventajosa, el estado, con sus cuerpos represivos: policía, bandas fascistas, esquiroles, jueces y ejército... son su garantía última y contundente. Entonces, ¿es posible quebrar esta situación tan adversa a las clases explotadas social, política y económicamente? Todo parece en contra de los que no tienen más que su fuerza de trabajo: así en los siglos XIX, XX ( con los excepcionales periodos de la revolución bolchevique, Cuba, Vietnam) y el actual XXI (donde al parecer sólo la luz revolucionaria alienta en los pueblos de América latina). Los actuales burgueses, herederos de aquéllos que quebraron la sociedad feudal y sus ancestrales instituciones con la ayuda de la movilización popular y la guillotina, que probaron tantos aristócratas y monarcas, para ocupar su espacio dominante, hoy se resisten con todos los instrumentos de ese invento que es el estado moderno. No les basta con tener el control de fuerza bruta para si es llegado el caso, se sirven de sus grandiosos y espectaculares medios de comunicación, del consumismo desbocado, de la propaganda laminadora del pensamiento revolucionario, de la educación conformista con el status actual, de sus bancos y casas de usura y como no de su grandes aliadas, las sectas religiosa que reparten a doquier conformidad y sumisión con la falsa promesa del paraíso en el más allá.

Lenin y los soviets cuando diseñaron y prepararon la revolución en las tierras rusas, hablaron de que el sistema siempre tiene un eslabón en la cadena que es más débil, y por lo tanto posible de romper y desencadenar la revolución. Ellos lo encontraron, si bien es cierto que esa revolución hoy día está liquidada por los errores que se hayan podido cometer, pero sobre todo por el asedio del capitalismo internacional. Descubrir en occidente, en nuestro país, el eslabón más débil de la cadena por donde reventar el sistema, aprender de los errores cometidos por los camaradas rusos, o de nuestras propias luchas intestinas en pro de una hegemonía sin sentido mientras los enemigos de clase se afianzaban, y pensar, diseñar, reorganizar a los camaradas dispersos, emprender el camino que nos lleve a una sociedad sin explotación del hombre por el hombre ese es nuestro desafío para sobrevivir.

Las elecciones de mayo pueden ser un buen momento para reagrupar fuerzas, para instrumentalizar nuestra voluntad de cambio, pero no son el fin ni la solución a nuestra situación de explotación. Sólo pueden ser un pequeño avance en nuestra lucha. ¿Estaremos a la altura de la historia? ¿ Dejaremos escapar la ocasión?


lunes, 24 de enero de 2011

salva opina


Los banqueros de la crisis ocupan los gobiernos

Leo en la prensa que todos los grandes banqueros que abrieron la crisis más gorda del capitalismo, los que se forraron y enriquecieron de forma tan felibustera causando la penuria y la desgracia de miles y miles de trabajadores, de familias y hasta de pequeñas empresas, se han ido recolocando en los puestos clave de los gobiernos de EE.UU., de Canadá y de Europa y me pregunto donde está esa cacareada reforma del capitalismo que anunciaban los Obama, los Sarkozy, los Merkel y que desde nuestro país fue seguida con entusiasmo por los Rodríguez Zapatero de turno? ¿Cómo van imponer orden, justicia y restitución los asaltadores y ladrones? ¿En que cabeza cabe semejante tontería?

El capitalismo no admite reformas ni cortapisas a sus beneficios, no le importa lo más mínimo la justicia social, la distribución de la riqueza producida socialmente y sin embargo usurpada y apropiada por los de siempre, los grandes capitalistas, los banqueros, los especuladores natos. Sólo quieren y se acuerdan de los gobiernos en los momentos de crisis cuando ven peligrar sus ventajas y temen la reacción del pueblo explotado. Y estos gobiernos tan denostados por los apóstoles de " laissez faire" se prestan a hacerles los servicios requeridos: inyecciones millonarias del capital que restan de los servicios que debían ser prestados al pueblo de donde se recaudó (con lo que equilibran sus balances y se reparten jugosas y millonarias ganacias, los famosos "bonus" riéndose una vez más de todos) y un conjunto de medidas y pseudo- reformas que impidan la inversión pública generadora de trabajo, con lo que aumenta el desempleo y por lo tanto los "costes" de la mano de obra bajan y puede ser re-utilizada en el momento que les convenga con mayores márgenes y ganancias para los capitalistas, al mismo tiempo que se abre paso a un recorte salvaje del derecho social, desmontándose descaradamente lo que se conoce como estado de bienestar, privatizándose todo en beneficio de esta "canalla".

Ahí está y en eso consiste la reforma del capitalismo de los Sarkozy, Obama, Merkel, Zapatero... ¡asegurar por todas que el sistema capitalista siga teniendo beneficios, siga la explotación en beneficio principal de los especuladores!. Ergo, latinajo recurrente y oportuno, ¿a quiénes sirven los gobiernos del llamado Occidente? ¿Son los gobiernos estructuras de poder al servicio de los ciudadanos de todas las clases?

La respuesta es sencilla, los gobiernos, en general, responden a los intereses de la clase dominante, están para socorrer y asegurar que no tengan la menor perdida e inconveniente en su afán por ganar más, para facilitar ese robo permanente al pueblo..., bien es verdad que en épocas de bonanza, de vacas gordas, se permiten pequeños detalles con el pueblo como el casi desaparecido estado del bienestar social.

Ergo, de nuevo el latinajo recurrente, ¿qué cabe esperar de estos gobernantes, tan emparentados y entrecruzados con los financieros sin escrúpulos?

¡Nada bueno, solo engaño!.

Siempre he pensado que si nadie trabaja por ti, nadie debe decidir por ti. ¿Cómo podemos traducir este pensamiento a la acción? ¿Como podemos enfrentarnos a la "santa alianza" de explotadores y gobiernos? ¿Cómo es posible que estos partidos que defienden intereses tan distintos de los del pueblo recojan tantos votos del mismo? ¿Cómo no vemos la falacia de la democracia liberal? ¿Somos tan cortos y fáciles de engañar? ¿Por qué no creemos en nosotros mismos y les damos la vuelta?

Preguntas que necesitan respuestas...

A algunos esta reflexión les puede parecer inoportuna y liquidadora de planteamientos políticos organizativos desde la Izquierda. Al contrario, hoy más que nunca hace falta esa organización de los trabajadores desde la Izquierda, pues, el adversario, el enemigo de clase es fuerte y poderoso y no nos podemos ir con "chinitas, juegos ni florituras". Nos jugamos el futuro.

lunes, 17 de enero de 2011

salva opina


Los ciudadanos y la política


Como ciudadano veo con asombro y un cierto temor el alejamiento y los sentimientos contrarios y de desconfianza entre mis semejantes hacia la actividad política y sobre todo hacia los que se reclaman "profesionales" de la misma.

Cunde entre la gente ver la actividad política como algo tan diferente y distinto a las otras actividades humanas, como algo que cuando más lejos de su que-hacer diario mejor, como algo que es la actividad de los "otros". De esos listos y aprovechados que nos llaman a votar cada cuatro años con unas propuestas más o menos barnizadas y llenas de colorete para hacerlas atractivas a nuestros ojos y oídos, pero que una vez han recogido nuestro voto, se olvidan y hacen lo que les viene en gana, no pudiendo como electores hacer nada para obligarles a corregir el rumbo, para obligarles a cumplir el contrato que nos presentaron e hicieron valer para recoger sus actas de de nuevos "mandatarios.

Sí, la impotencia y la desazón, traducida en desconfianza hacia esa actividad, se apoderan de los ciudadanos que descubren en el día a día que sus gobernantes les han tomado el pelo, al ponerse al servicio de los que más tienen, de los poderes reales de la sociedad, de los grandes bancos, de los especuladores natos, de los patronos sin escrúpulos y también al ver como se rodillan y reverencian a los titulares de las sociedades secretas y doctrinarias, como la instituciones religiosas, que reparten y hacen apología de la conformidad y la sumisión entre las gentes sencillas.

Sí, la actividad politica que se da en las democracias liberales lleva a estos resultados: al alejamiento continuo del ciudadano de los gestores públicos. Éstos, los que se han convertido en titulares exclusivos de la política, se permiten hacer de su actividad la fuente más lucrativa que puedan imaginar, compran sin descaro su propia conciencia, si la tuvieron, y se dotan de los privilegios inimaginables de no haber llegado a esa actividad: sueldos millonarios y privilegios sin parangón mientras están en activo, sueldos compensatorios e indemnizaciones cuando cesan que ofenden por lo escandaloso y abultado las de los otros ciudadanos.

Así, por poner unos ejemplos, cuando un trabajador pierde su empleo en el mejor e los casos obtiene una compesación el 70% por ciento de su base de cotización con un tope del 150% del salario mínimo interprofesional durante dos años si ha trabajado en los seis anteriores, pero incompatible con cualquier actividad que le permita compensar las perdidas económicas que la nueva situación le ha traído, frente al alto ex-cargo que percibirá el 80% de los ingresos que recibía y que serán compatibles con otros ya sean de índole privada o pública... ¿seguimos?, un diputado con siete años de legislatura tiene asegurada la pensión cuando llegue a la edad reglamentaria con el 100% de la pensión máxima que exista en ese momento, un trabajador tendrá que haber trabajado 37 años para tener derecho al 100% de la pensión a la que cause derecho pero que esta a su vez, gracias a la aplicación de la formula "mágica" de cálculo, se verá disminuida en más de un 45% con respecto a las bases de cotización de los dos últimos año antes de jubilarse y siempre que haya trabajo, mejor haya sido explotado, 37 años; ya no hablemos de los sueldos millonarios de los expresidentes con carácter vitalicio y que como hemos sabido por la prensa últimamente compatibilizan con otros ingresos también millonarios por el desarrollo de actividades privadas y que vienen a estar o tener vínculos con su antigua actividad oficial... Bueno y a todo esto hay que añadir la lacra de la corrupción que ha tocado y atacado con su presencia maligna todas las legislaturas de la democracia "made in Spain"

Para que seguir abundando en tantas razones que han venido influyendo en esa separación entre los ciudadanos que sufren para llegar a final de mes y unos políticos "profesionales" que se dan la gran vida de nuevos ricos, aunque hay que reconocer en justicia y en aras a la verdad , que siempre ha habido una minoría de ellos, ligados a las fuerza políticas de izquierdas, que no se han lucrado y que se han puesto a trabajar por el servicio publico con ilusión y sin embargo en compensación a esa dedicación honesta al servicio de los ciudadanos sin distinción, curiosamente han ido perdiendo presencia política y pública en los diferentes estamento de la actividad política.

No quiero acabar mi reflexión siendo negativo, ni abriendo suspicacias y rencores contra los que con honestidad y dedicación han puesto su tiempo y actividad al servicio de los demás, pues, la política deber se entendida en sentido puro de la acepción: como el arte de gobernar y relacionarse los ciudadanos, como la mayor expresión de la democracia plural que abarca a toda la sociedad y en la que todos, electos y votantes estamos involucrados, en una simbiosis permanente. Solo que cabe introducir las reformas necesarias para que esa democracia no cree las desigualdades que ha creado la actual, las corrija y expulse y castigue a los que indignamente hagan uso de sus mecanismos en interés propio. Claro que estamos hablando de otra constitución, de otra democracia que sobrepase a la meramente y mal llamada representativa o democracia liberal, estamos hablando de una democracia políticia, económica y social de la que estamos, a día de de hoy lejos, modestamente, en mi opinión.

miércoles, 12 de enero de 2011

salva opina


Me pillo el puesto de consejero de un monopolio energético

El gran negocio de las empresas energéticas en España es un escándalo sin parangón: las subidas monstruosas y desproporcionadas de los recibos al consumidor que el Gobierno autoriza tan "alegremente ", atacando una vez más a la economías populares, con la vana excusa de que los gastos de producción lo justifican, explican esos sueldos multimillonarios a sus ejecutivos, y como no a los políticos que se van jubilando y se re-enganchan a una silla de los consejos de administración de las mismas, como en la época de la dictadura, donde se mataban por ser "ex-altos cargos", porque a continuación recibían el correspondiente nombramiento de consejero de las empresas más boyantes del país, boyantes claro para su ejecutivos, pero de enormes pérdidas que sufragaban los ciudadanos de a pie.
¡Hay que ver, no pasa el tiempo: ayer como hoy, la desvergüenza reina por estos lares!. De esta forma los "señores" González y Aznar, y los que vengan después de seguir así las cosas por aquí, vuelven a repetir con la mayor "naturalidad" del mundo procederes que parecían perdidos en el cajón de la historia: González es a Gas Natural como Aznar a Endesa. Lo que estos "ex-primeros ministros" se van a ganar en un año, un trabajador tiene que estar toda la vida desde los 16 años hasta los 67. Y luego tienen el cinismo de pedir contención y moderación a los trabajadores y mayor productividad y demás invenciones que no se aplican a ellos mismos...¡¡serán hijos de ...!! Tal como van las cosas este país está necesitado de un revolución que ponga a cada uno en su sitio.

lunes, 10 de enero de 2011

salva opina


¿Es posible una respuesta de izquierdas?

Reconstruir es reparar o volver a construir algo que ya existía y que se deterioró o destruyó por abandono o desidia del titular o por la acción del adversario que directamente se lo destruyó porque se bajó la guardia o se confundieron los fines o se dejó corromper o.... De todo hubo..., sobre todo pragmatismo rayado y oportunismo impropio de quien se reclamaba como vanguardia de la clase obrera llamada a transformar la sociedad. El comunismo cayó en los países que decían tenerlo por el asedio implacable de los países capitalistas, pero también por la burocratización y el estancamiento de sus dirigentes que fueron ocupando el poder que correspondía a los soviets, desplazándolos a meros organismos "revolucionarios simbólicos", la democracia obrera fue sustituida por la nomenclatura, la verdadera dictadura del proletariado fue en cierto modo pervertida... por otra parte, la carrera armamentista a la que le obligaba el bloque capitalista también influyó en que muchos recursos fueran restados de los fines sociales que hubieran tenido como finalidad mejorar a las clases trabajadoras con respecto al Occidente capitalista de no haberse dado esa carrera militarista... La caída del muro trajo el consumismo, el engaño, una caída de la conciencia de clase ante el falso sueño del liberalismo... , hoy lo pagamos con creces.
La crisis del sistema capitalista nos pilla desorganizados e incapaces de romper este tipo de sociedad, de hacer la revolución..., y encima les costeamos la crisis como ovejas sumisas llevadas al matadero.
Los que se reclaman vanguardia pierden el tiempo en pugnar entre ellos por ocupar el espacio que se abandonó en aras a una democracia que no era del todo democracia... Sólo sumando y compartiendo, buscando espacios comunes, empezando desde abajo, recuperando radicalidad democrática y conciencia de clase, restaurando valores tan denostados como la cooperación, la solidaridad, la cultura, la fraternidad, el internacionalismo, el medio ambiente, la lucha sindical no burocrática, el federalismo, la república, etc., empezaremos a reconstruir lo que nos dejamos un día destruir. ¿Nos ponemos a ello o nos dejamos llevar?. ¿La barbarie o la vida?