HACIA
LA III REPÚBLICA SIN VIOLENCIA
Cada
uno de nosotros es libre de pensar como llegar a una sociedad más
justa y si es sin violencia mucho mejor.
Los
que pensamos que la “transición” hacia la III República debe
ser “pacífica y ordenada”, siempre hemos odiado (y conozco a
mucha gente que piensa así) la violencia fría y calculada, ella
nos hace dejar de ser personas racionales, nos rebaja nuestra
condición humana...
Pero
en la sociedad hay dos partes: una minoritaria que lo tiene todo y
cada día que pasa: más poder, riqueza, medios para defenderse de
los que no tienen nada (la policía con sus porras, sus tanquetas y
su arbitrariedad violenta...), son como imagináis los ricos y
poderosos, los banqueros y los obispos, los reyes y su casta, la
aristocracia que huele a más que rancia.
Hay
otra parte mayoritaria que cada día tiene menos, que sobreviven
vendiendo su fuerza de trabajo que mal pagan los empresarios, pero
que cada jornada que pasa son más pobres, porque todos lo días hay
ERES inesperados e inexplicables, cierres arbitrarios de empresas
porque ricos se fugan con la pasta acumulada a otros lugares más
seguros y con más facilidades para la explotación de la mano de
obra... con lo que número de pobres aumenta, y no por voluntad o
gusto de los mismos.
Hay
violencia cuando se tira a trabajadores en la calle y no pueden
alimentar a sus familias.
Hay
violencia cuando sales de casa y al regreso la encuentras ocupada por
los bancos.
Hay
violencia cuando los estudiantes o profesores reclaman mejores
condiciones y son aporreados, heridos, pisoteados, detenidos.
Hay
violencia cuando enfermo acudes a la asistencia pública que la “ley”
te garantiza y te ponen en largas colas de espera, sorprendiendo a
muchos la muerte antes de ser atendidos.
Hay
violencia cuando a los dependientes se les niega derechos que cubran
sus necesidades.
Hay
violencia cuando una mujer es asesinada o en el mejor de los casos
maltratada por el machismo tan fuerte que hay en este país mes
tras mes, año tras año y no se le pone fin y los demás miramos
hacia otro lado.
Hay
violencia cuando nuestros soldados están pegando tiros en Afganistán
obedeciendo órdenes de los imperialistas.
Hay
violencia cuando hay hambre y no se puede satisfacer.
Hay
violencia cuando a los que entienden la vida o la sienten de un modo
diferente, por que es su natural, se les trata con risa, desprecio,
insultos, se les niegan derechos o se les intenta “curar” sin
respetar su naturaleza y derecho a ser lo que son.
Hay
violencia cuando llegan inmigrantes en pateras, después de jugarse
la vida, huyendo de la pobreza y miseria de sus países de origen y
son devueltos por la fuerza.
¡Hay
violencia , tanta violencia , demasiada violencia y pocos o ningún
Ghandi!...
Y
a pesar de todo, los republicanos, aspiramos a una sociedad no
violenta y que de satisfacción a la mayoría de su población,
conocedores de lo difícil que es alcanzarla y de los impedimentos
injustificados e impuestos por los privilegiados para llegar a ella.
Salud
y República.
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