UNA REFLEXIÓN DE LO QUE
ESTÁ SUCEDIENDO EN GRECIA Y SU REFLEJO EN ESPAÑA.
Grecia, nuestro vecino
del Mediterráneo, antiguo colonizador de nuestras costas, creador de
una cultura importantísima en la Historia de la humanidad e inventor
de la democracia “formal” se encuentra en una situación social y
económica desesperada por la acción de los gobiernos precedentes a
los resultado electorales del domingo 25 de enero.
Lo cierto es que si
miramos la historia contemporánea vemos que esta anómala
situación nace con un gobierno de la derecha, el partido "Nueva
Democracia” con una mala gestión política y económica y
manipulador de sus cuentas y balances ante la opinión de sus
conciudadanos, lo que le lleva a endeudarse y aceptar las
imposiciones claudicantes de los Negociadores de la UE, el FMI, el
BCE, lo que en argot oímos con frecuencia como la Troika.
Este “desgobierno”
cae y es sucedido por un gobierno socialista, que no solo no mejora
la situación de los griegos sino que persiste en las políticas de
recortes y desabastecimiento que afecta a toda la sociedad,
especialmente a las clases trabajadoras y a los funcionarios
públicos. Origina un caos político y social que le empuja a nuevas
elecciones.
Sorprendentemente vuelven
al poder como resultado de las urnas, los causantes iniciales
de la crisis: Nueva Democracia, el partido de la derecha entregada
sin condiciones a las políticas impuestas por la Troika. Nuevos
recortes, nuevos despidos masivos, miseria generalizada,
desesperación ciudadana...
En este periodo surge la
“nueva izquierda” en Grecia, conocida como Syriza, una coalición-partido que recoge a antiguos izquierdistas, ex comunistas, ex anarcos,
asamblearios...etc., que en principio ofrece una nueva política o
mejor una nueva forma de hacer política, poniendo, se supone, los
intereses de sus ciudadanos frente a las exigencias de los
especuladores y prestamistas, donde su principal aportación es
acabar con los recortes que sufre la ciudadanía en general,
estructurar la deuda, establecer unas nuevas condiciones para hacer
frente al pago de la misma y exigir una condonación importante , a
como las únicas salida con “garantías” de salvar la situación
de colapso creada por sus predecesores en el gobierno ,o mejor como
hemos dicho antes, en el desgobierno de la nación.
Si volvemos la vista
hacia nuestro país vemos muchas similitudes con lo que ha pasado en
Grecia estos últimos años: un gobierno socialista que niega la
crisis al principio para verse de incapaz de poner rumbo, que pierde
iniciativa social y programática para someterse a los dictados de la
Troika, que negocia con el PP una modificación de la constitución
monárquica par poner techo al gasto social...ninguna iniciativa
socialista frente a la crisis.
Bueno del PP, de la
rancia derecha, era de esperar que sus falsas promesas para
“arreglar” los desarreglos socialistas eran una colección de
embustes que consiguieron engañar a muchos ciudadanos despistados o
que los apuros por los que pasaban no les dejaban ver que de la
derecha nada bueno cabe esperar. Sin duda hemos ido a peor.
En este clima surge un
partido como Podemos, que según su portavoz más cualificado no es
de derechas ni de izquierdas, pero que lanza mensajes que a los que
más sufren la crisis le suenan a salvación. Curioso en el
parlamento europeo si están en la izquierda y con respecto a los
griegos presumen de ser sus iguales, anulando en parte el
protagonismo de IU.
La rápida asunción del
poder político por la parte más espectacular de la izquierda
griega, hay otras formaciones de izquierda que también han obtenido
representación como el partido de los comunistas, con la ayuda,
recompensada en ministerios, de la derecha nacionalista no deja de
asombrarnos a los que desde lejos vemos el desarrollo de los
acontecimientos, si a esto añadimos que en el nuevo gobierno no hay
ninguna mujer, que su primer objetivo es renegociar la deuda,
incentivar a los empresarios para que contraten, pero para nada
aparece en su proyecto modificar relaciones de producción ni el
papel de las clases trabajadoras con respecto a la propiedad sobre el
fruto de su trabajo...todo lo mas a los desfavorecidos se le
incremente el s.m.i. y se le promete rebajas en los impuestos...
Pues uno empieza a pensar
que nos encontramos solo ante una nueva versión de la
socialdemocracia que solo pretende ajustar su situación en la Europa
de los mercados. Mucho ruido para pocas nueces.
Salud y República.
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