UNA INVESTIDURA MÁS...
Hoy ha empezado el "paripé de la investidura de "jefe" del gobierno de la monarquía. Está cantado que el Sr. Sánchez, el elegido del rey, no va poder sacar su candidatura para delante al haber renunciado a un "gobierno de progreso y lentamente girado a la izquierda". Ha venido a optar por un gobierno de coalición con la derecha representada por C's. ¡Qué error y que traición a los electores que todavía se creen lo del socialismo de ese partido!
Su no elección nos va a llevar a nuevas elecciones generales... ¿Para qué? Salga quien salga seguirán con el cuento de la crisis para seguir negándonos derechos y oportunidades de mejorar la ciudadania en general, mientras los poderosos seguirán acumulando millones a costa del sufrido pueblo, y con su labor de desgobierno seguirán afianzando esas instituciones nacidas de voluntades nada democráticas. Aristocracia e Iglesia tiene asegurados un "sustancioso y fructífero" porvenir al igual que los trabajadores tendremos salarios más reducidos y jornadas más largas mientras nuestros hijos tendrán una escuela de peor calidad (pese al esfuerzo voluntarioso de miles de buenos maestros) y nuestros ancianos y dependientes verán y se sentirán impotentes ante el abandono de lo más elemental del derecho social...
Lo mala suerte colectiva es que engañan (o peor, se dejan engañar) más 18 millones de votantes... ¡Qué bajo nivel de conciencia política y ciudadana se da en nuestro país!
La ideología de la clase dominante ahoga cualquier conato de romper con la alienación en la que nos asumen o nos asumimos.
Y es que sin Unidad Popular no vamos a avanzar, ni mejorar ni conquistar el pan y la libertad.
¡Lástima! que no nos demos cuenta que libertad, igualdad y fraternidad, traducidos a pan, trabajo, solidaridad, futuro, paz armonía y convivencia social... solo lo puede traer de forma definitiva la República.
¡Lastima que los políticos de "izquierda" no hablen más claro y levanten la voz republicana! O quizás, hablemos claro, no son de tan izquierda como pretenden vendernos.
¿Nos volveremos a dejar engañar?
Quizás nuestros nietos algún día nos puedan perdonar.
Salud y República.
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