Sus instituciones como los sindicatos, las viviendas sociales, las cooperativas, el derecho laboral, la seguridad social, el denominado estado del bienestar... fueron desmanteladas; se liquidaron industrias y manufacturas para llevarlas al mundo de la esclavitud, al sureste asiático.
Sus valores como la solidaridad y la aspiración colectiva, fueron barridos en aras a imponer un férreo individualismo.
De este modo asistimos a contemplar, con incomprensible pasividad,como las clases trabajadoras son menospreciadas y utilizadas como chivo expiatorio en las crisis que nos montan para enriquecerse más si cabe.
Es tal la manipulación que sufrimos y el estado de alienación social en que nos sumergimos que hasta nos avergonzamos de que puedan terceros catalogarnos como obreros o trabajadores o miembros activos de la clase trabajadora y vamos locos a encuadrarnos en las clases medias y a votar a los partidos que niegan valores obreros y republicanos...
Los políticos nos prometen ampliar la clase media y bobos de nosotros les damos nuestros votos... Estamos cabando nuestras tumbas a pleno sol y no nos regatean abundantes latigazos con su leyes mordazas y su facilidad a tirar de la represión si osamos rebelarnos.
Salud y República,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario. En breve será publicado.