jueves, 12 de abril de 2012

salva opina



La desolación política.


Las fuerzas de izquierda y las minorías demócratas que bien desde la clandestinidad, bien desde el exilio, habían opuesto la resistencia posible a la dictadura y sacrificaron a tantos de sus buenos militantes en aras a un país democrático cedieron ante los franquistas reconvertidos en demócratas de la noche a la mañana, ante un rey que se desdecía de sus juramentos de fidelidad al movimiento fascista que lo designó y cayeron en la trampa política conocida como la "transición". Tragaron políticamente y "legitimaron " lo que no era legitimable, abandonando la legalidad republicana que deberían haber defendido. La República Española les parecía demasiado progresista para encajar entre las actuales europeas... y cedieron
Hoy algunos de ellos ya piensan que fue un grave error político, y que se vieron forzados por el peso de las botas militares que les condicionaban: o aceptaban la monarquía o o toda seguía igual... Estoy seguro que muchos de ellos "tragaron" pensando en evitar más sacrificios, más violencia, creyendo que era la oportunidad... 
No tuvieron visión política de futuro, cayeron en la trampa de que la libertad no se regala, se conquista y sino  no es libertad, es otra cosa. 
Lo que nos vendieron a los que entonces éramos más jóvenes  como un futuro de democracia, de justicia,  de armonía, como la condición necesaria para integrarnos en la Europa de las democracias que "apuntaba" hacia un futuro común y semifederal, al tiempo se ha demostrado que el mensaje y la justificación de sus comportamientos escondían otras intenciones. Hemos derivado a  un  estado títere, donde los gobiernos mandan y disponen no al servicio de los ciudadanos, sino de esos que llaman los mercados (=conjunto de especuladores a los que les importa un pedo la suerte de los trabajadores).
Lo peor de la transición no son las consecuencias tan desagradables que ahora estamos pagando, pese a la gravedad de las mismas y la insoportabilidad tan grave para un número creciente de ciudadanos,  y que  a cualquiera de nosotros nos puede tocar hoy o mañana esas condiciones insoportables que lleva consigo este  "capitalismo made in Spain". Lo peor para mi punto de vista es la pérdida de confianza de los ciudadanos en las posibilidades de la izquierda, esa renuncia a luchar contra la monarquía y el sistema capitalista, ese conformismo en votar cada cuatro años, en creer que la corrupción y el despilfarro es natural... 
En un país de cuarenta y pico millones de españoles solo hay una veintena escasa de diputados que se reclamen de la izquierda y ninguno cuestiona la monarquía ni lleva la REPÚBLICA  en su programa, aunque eso si, en pequeños corros se dicen "republicanos"...
Desolador nuestro panorama político, económico, social, de convivencia, de conquista de la legalidad.

2 comentarios:

  1. ¿Que diputados contraponen la República frente a la monarquía en los debates parlamentarios? Más bien parece que han dejado lo de republicano para la intimidad, como cuando Ansar hablaba todas las noches en catalán con su familia... Que desilusión con esta pequeña izquierda tan adaptable al momento.

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  2. Tan doloroso como cierto. Que no se diga nunca que en estos días oscuros no hubo personas lúcidas.

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