SANTIAGO
CARRILLO
Mientras
ayer escribía en mi blog “No es momento para quimeras” con la
pretensión, una vez más de que fueran unas lineas antimonárquicas
me enteré del la muerte de D. Santiago Carrillo, al que deseo
“que el peso de la tierra le sea leve y su memoria perdure entre
todos los que luchan por un mundo más justo”.
Sin duda,
yo que tengo 61 años, ni estuve ni estoy estoy de acuerdo con la
"transición" de la dictadura a la monarquía "democrática"
donde tuvieron cabida todos los franquistas, empezando por el
designado rey y hasta los ministros y ex-ministros del sangriento
dictador.
D. Santiago
en su afán de reconciliación entre los españoles y de asentar la
democracia ahorrando sacrificios al pueblo formó parte de esa
“transición” de ese supuesto cambio de régimen, creo que con la
mejor voluntad humana y en aras a la reconciliación entre españoles
por la que venía tantos años luchando desde su partido y desde las
diferentes plataformas y alianzas de las que formó parte, de ahí mi
respeto personal a su figura histórica, a su buena voluntad
política, a pesar de que desde aquí pienso que fue un gran error.
Sin duda,
con su participación incondicional contribuyó al asentamiento de
una monarquía frente al estado legítimo de la República y a la
construcción de una constitución que con el paso de los años ha
demostrado que en materia de derechos para los ciudadanos se ha
convertido en papel mojado y ha venido a desembocar en un sistema
político bipartidista al servicio de la monarquía y de los poderes
fácticos ( banca, especuladores, iglesia), comiéndose
por el camino, fagocitando en la práctica al propio PCE y a todas
las iniciativas que planteaba para salir del rincón al que le
empujaban para que siguiera la sociedad de clases sin cambios
significativos en favor de los que menos tienen. Como consecuencia
para nosotros, el capitalismo se asentó definitivamente y se mezcló
con sus homólogos de Europa, la antes recelosa, con los de los
EE.UU, con todos los países poderosos. Nuestros sistemas de defensa
de clase, organizaciones políticas de izquierda y sindicatos fueron burocratizándose y perdiendo fervor organizativo y
revolucionario...
Estoy seguro
que él no lo hizo para jodernos, sino con la intención de
ahorrarnos sufrimientos, de ahí su aceptación de la monarquía, la
bandera y la semi-constitución, “aparcando” la República para
otros tiempos futuros. Él mismo fue fagocitado políticamente,
perdiendo elecciones y la confianza de lo que quedaba de su partido,
pasando a ser un “comunista sin partido”.
Solo le
quedó la voz y el respeto de muchos por lo que de lucha y buena
voluntad había puesto a lo largo de su 97 años de vida.
Salud,
memoria y República Federal.
Sin duda uno de los políticos entre el siglo XX y XXI más importante de la Historia social de España, aunque no siempre acertara, todos cometemos errores. SR.
ResponderEliminarHa habido y hay tantos traidores en esta España que al final la desconfianza se convertirá en el mayor hábito político-social. Los republicanos tenemos que replegarnos, reestructurarnos, organizarnos tras la tricolor y salir a la calle con voz propia y diferenciada. Salud, memoria y República.
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