lunes, 18 de marzo de 2013

salva opina (18/03/13)


Ni rey, ni amos, ni banqueros. República y libertad.

El rey borbón dijo, después de haber sido sorprendido pegando tiros a inocentes elefantes  que no era   momento para quimeras...
¿Y qué mayor quimera que la monarquía anacrónica que él representa?
Si el país tiene que estrecharse el cinturón, correr con sacrificios para pagar los derroches de los poderosos y especuladores (claro que esto sólo se aplica  a  los trabajadores y profesionales) ¿no ha llegado el momento de suprimirla y ahorrarnos esa millonada que se lleva él y su familia?
Si tan patriota es y tanto quiere a España por qué no pone fin a  sus chanchullos "dinásticos" emanados de la voluntad de un dictador que lo eligió para sucederle a título de rey y deja paso a un régimen republicano (donde hay  un sueldo para el presidente y se acabó toda esa serie de privilegios injustificados,  como mantener a toda su numerosa familia de buenos vividores, lo que en la jerga de ellos llaman la Casa del Rey).
La verdad es que es un anciano que casi da pena verlo andar y moverse y debería estar 'jubilado'  y apartado del poder  y su familia a ganarse la vida honradamente como los demás españoles si quieren vivir en este país, de este modo "ni príncipes ni duques ni señores de nadie", todos los españoles iguales y responsables ante la ley. 
Si  se atreve a hablar de arrimar el hombro que anime a su familia a devolver lo que no hayan ganado honradamente, renuncien a sus privilegios semifeudales y de origen tan discutible como la imposición de la dictadura que le precedió, y devuelvan lo que no hayan obtenido legítimamente. ¡Ah!, y que se busquen un trabajo, o se apunten al INEM, asistan a cursos de formación, cobren los 400€ de Rajoy y conocerán mejor a España y  al pueblo al que de boquilla tanto 'quieren' y dicen 'servir', frente a la realidad actual de servirse de él como vienen haciendo.
Por otra parte los patronos de este país nunca se han comportado como emprendedores que abren la economía y dan  participación a  los ciudadanos que con menos recursos tienen que aceptar un salario y un trabajo por cuenta ajena, siempre se han comportado como amos caprichosos, despóticos y acaparadores de la riqueza producida por esfuerzo de la mayoría asalariada. Ya no digamos de los banqueros, amos de los amos, usureros como ellos solos, antipatriotas hasta en el ADN, exportadores de sus capitales privados a paraísos fiscales, mientras acuden al gobierno de turno para que cargue sus "desfalcos" sobre el resto de ciudadanos.
Por ello la lucha por la República (libertad, legalidad, fraternidad, justicia, solidaridad) no puede separarse de lucha contra el injusto capitalismo que domina y esclaviza a toda la población.
Entonces se dará la verdadera Transición a la Democracia social, política y económica.
Salud, memoria y República.

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