VERGÜENZA
Hoy día 8 de marzo se celebra el Día Internacional De La Mujer Trabajadora.
Conmemora o celebra la lucha de la mujer por su participación en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
La primera convocatoria tuvo lugar en 1911en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza,extendiéndose su conmemoración, desde entonces, a numerosos países. En 1977 la Asamblea General de las Naciones Unidas , ONU, proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
Han pasado 102 años de la primera convocatoria y 36 de la proclamación por parte de las Naciones Unidas y los nobles objetivos perseguidos no se han logrado plenamente.
Cierto que en el llamado 1º mundo las mujeres han avanzado desde las citadas fechas, pero los hombre no hemos consentido la plenitud de sus derechos. A sus justas luchas y aspiraciones hemos puesto una oposición cínica, ridícula, inhumana y cruel en todas las ocasiones, “justificada” por la filosofía machista que nos impregna, y de la que no hemos querido desprendernos (intelectualmente quizás sí, pero en la realidad del día a día ¡no!).
Si volvemos la vista a este país nuestro, Españistán, vemos en la prensa que todas las semanas una mujer es asesinada por un hombre posesivo, celoso, cruel... y curiosamente cuando leemos la noticia los datos que nos darían a conocer al asesino son presentados solo con sus iniciales, sin embargo cuando un terrorista supuesto o real es detenido su nombre y apellidos son dados a la luz sin restricción. La lentitud de la justicia y la “comprensión” hacia los maltratadores en sus múltiples manifestaciones raya en la villanía más escandalosa.
Si miramos los derechos de la mujer a la educación vemos que han llegado a superar a los hombres en alumnado, pero los puestos docentes y de decisión mayoritariamente son ocupados por los hombres.
Si nos fijamos en el aspecto laboral en general la consigna sindical de a igual trabajo idénticos derechos sigue siendo una utopía no alcanzada, la mujer está una media de 15 puntos por debajo del hombre...
Si analizamos la vida en hogar ellas vienen a convertirse en nuestras explotadas sin rubor ni miramiento por nuestra parte...
Así podríamos seguir enumerando la larga lista de las diferencias establecidas e inamovibles en razón de sexo siempre a favor del hombre.
Ya no digamos si volvemos la mirada hacia países del tercer mundo...
Entonces ¿qué tenemos que celebrar?
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