salva opina

El post-mundial

Los triunfos deportivos, como el de la selección de fútbol al hacerse con el mundial, han eclipsado la situación de deterioro socio-económica del país de la que hasta hace unos días todos éramos conscientes y sufridores, bueno menos los banqueros y los profesionales del hacer dinero rápido y sin riesgo. Vaya por delante que me alegro de esos éxitos, por otra parte millonariamente recompensados para los profesionales del balón, mientras al país del ciudadano de a pie se le pide/impone contención y apretarse el cinturón.
Y pese al triunfo deportivo, con el que nos van a bombardear durante bastantes días, van a seguir sin resolverse los grandes problemas de este país, entre lo que me atrevo a destacar:
- La violencia contra la mujer. La ola de violencia de género que nos azota no hay quién la pare, pese a las órdenes de alejamiento, su renovación y las medidas complementarias contempladas en la ley que son insuficientes a todas luces..., el odio a las mujeres calienta la sangre de machistas y bárbaros sin que nada ni nadie los pare. Una sola muerte ya es demasiado y nos acercamos a las cuarenta en lo que va de medio año escaso. Este es el primer problema de terrorismo que vivimos en España.
- El desempleo (ahora subvencionado a la clase empresarial desde la administración del Estado) al que todos lo augurios pronostican un alza con las consecuencias de penuria y desazón para los trabajadores y sus familias atrapados en él mismo.
-Una economía que no va despegar por la aplicación de unas recetas que no sirven a los intereses de todos sino de una minoría financiera y especulativa.
- El aumento de la xenofobia y del racismo frente a la emigración, fundamentalmente africana y latino-americana. ¡Que pronto borramos de nuestra memoria la ola emigratoria de españoles hacia otros países del entorno o de la misma América ante el ahogo a la que nos llevó la incívica y cruel guerra de los fascistas contra el pueblo español. Con preocupación creciente deberíamos ver la proliferación de grupúsculos fascistas y nazis que circulan con toda libertad por nuestras calles, habiendo causado ya víctimas entre la ciudadanía de aquí y de los que acudieron a este país pensando en una mejor oportunidad.
- Catalunya que se ha echado a la calle para manifestarse contra la sentencia del TC. Mientras los políticos que se reclaman de la socialdemocracia, bueno ellos se dicen del socialismo con lo que menoscaban la palabra y lo que es peor su contenido político y su apliacación, creando el “reino”de la confusión, con lo que ya tenemos dos reinos: el borbónico por la voluntad de un general golpista y el de la traición a los ideales del socialismo por la acción procapitalista de éstos en clara oposición a los intereses del pueblo. Los del PP que se sienten “respaldados” por la sentencia dado el amplio tijeretazo de estos “modistillas” desconocedores del derecho de los pueblos a dotarse del autogobierno que consideren más oportuno a su aspiración como pueblo, han aplicado. Unos y otros coinciden en acatar la sentencia, mientras crean en Catalunya el sentimiento de incomodidad política más grande de su historia.
- La participación española en una guerra injusta como la de Afganistán a las órdenes del Imperio...
- El laicismo rebajado a su mínima expresión que se respira en la ley que prepara el Gobierno para beneficio de la Iglesia Católica.
-El bipartidismo político actual como garantía para que nada cambie significativamente y los señores capitalistas tengan asegurada su situación por aquellos que temporalmente "administran" el estado.
- El fracaso escolar que nos pone a la cola de Europa y augura para nuestros jóvenes un futuro sin esperanza.

- La ley de la memoria histórica y los jueces que no satisfacen la necesidad de justica de represaliados políticos del franquismo y sus familias.
- (...).

Y así, podríamos seguir enumerando muchas más situaciones y problemas que nos envuelven y asfixian..., reflexionando que la democracia política con estas sentencias y con esta “clase” política tampoco resolutoria se debilita, fundamentalmente, porque los ciudadanos entienden y perciben que la actividad política es algo ajeno a ellos mismos, que es una actividad de los “políticos”, de los otros, cuando ven que votan una cosa y se aplica otra muy distinta, cuando se declaran apolíticos, cuando comprueban que gobiernen unos o gobiernen otros se siguen las mismas guerras, la misma explotación, que sigue la dualización progresiva de la sociedad entre una minoría muy rica y una mayoría que ve sus condiciones socio-económicas y culturales en franca y veloz precarización, cuando se confunden izquierda y derecha... Por último y a modo de conclusión por hoy, señalar el contexto europeo de que formamos parte, la Europa de los mercados y de la OTAN, tampoco favorece para alumbrar mejores soluciones. Son los tiempos del neo-liberalismo, de la economía de unos pocos frente a unos muchos...