Después de tantos años..., seguimos sin justicia
Hace 74 años los ricos de este país con las bendiciones de la Iglesia Católica promovieron un golpe de estado contra la legalidad republicana. La crueldad e inutilidad de los mandos golpistas frente al entusiasmo de un pueblo ansioso de libertad que veía su oportunidad de justicia política y prosperidad en peligro lo hicieron fracasar en un primer momento, desencadenándose una cruel guerra de casi tres años, y a pesar de la respuesta y la resistencia popular de un pueblo casi desarmado, la desigual proporción en medios y la ayuda abierta de las potencias fascistas europeas frente a la no intervención de las llamadas democracias europeas, inclinó la balanza al lado del fascismo español.
Siguió una cruel represión que llenó las cárceles de presos políticos y las cunetas y tapias de cementerios en campos de ejecución y muerte, el odio y la delación se convirtieron en el pan nuestro de cada día. Hoy muchos republicanos siguen enterrados en parajes rústicos o a las entradas de las necrópolis, los expedientes "judiciales" fabricados a toda prisa, sin ninguna garantía jurídica, la mayoría de las veces cuando la víctimas hacían meses e incluso años que habían sido sufrido el tiro en la nuca, siguen en vigor, sin ser revisados, sin que el estado "democrático" actual los declare irregulares o nulos de pleno derecho.
Muchos familiares buscan/buscamos a nuestros muertos para honrar su memoria y darles el reposo y la tierra que cubra sus restos con dignidad y una reparación jurídica que no llega pese a la Ley de la Memoria Histórica y de jueces, en su gran mayoría ni se atreven ni quieren investigar bien por su comodidad, bien por falta de recursos puestos a su servicio o bien por su identificación, en muchos casos, con los ideales del régimen fascista. Una ley de amnistía, previa a la constitución que teóricamente nos devolvía los derechos democráticos, acomodada y diseñada para cubrir las responsabilidades de los jerarcas de un pasado como mínimo sucio y vergonzante, y puesta como condición al nuevo marco político, impide y excusa a jueces y autoridades de toda investigación.
Sólo el esfuerzo de esos ciudadanos voluntariosos organizados en asociaciones y foros han amparado el hambre de justicia de familiares y víctimas, aun quedando mucho por hacer y todo por reparar.
Como dice un buen amigo en su perfil, trabajador incansable en la recuperación de las víctimas de la guerra civil y la represión franquista, "merecen descansar con dignidad y sus nombres recuperados del oprobio al que fueron sometidos. Pero, tanto ellos, como sus familiares no descansarán en paz en tanto no se les haga justicia".
Siguió una cruel represión que llenó las cárceles de presos políticos y las cunetas y tapias de cementerios en campos de ejecución y muerte, el odio y la delación se convirtieron en el pan nuestro de cada día. Hoy muchos republicanos siguen enterrados en parajes rústicos o a las entradas de las necrópolis, los expedientes "judiciales" fabricados a toda prisa, sin ninguna garantía jurídica, la mayoría de las veces cuando la víctimas hacían meses e incluso años que habían sido sufrido el tiro en la nuca, siguen en vigor, sin ser revisados, sin que el estado "democrático" actual los declare irregulares o nulos de pleno derecho.
Muchos familiares buscan/buscamos a nuestros muertos para honrar su memoria y darles el reposo y la tierra que cubra sus restos con dignidad y una reparación jurídica que no llega pese a la Ley de la Memoria Histórica y de jueces, en su gran mayoría ni se atreven ni quieren investigar bien por su comodidad, bien por falta de recursos puestos a su servicio o bien por su identificación, en muchos casos, con los ideales del régimen fascista. Una ley de amnistía, previa a la constitución que teóricamente nos devolvía los derechos democráticos, acomodada y diseñada para cubrir las responsabilidades de los jerarcas de un pasado como mínimo sucio y vergonzante, y puesta como condición al nuevo marco político, impide y excusa a jueces y autoridades de toda investigación.
Sólo el esfuerzo de esos ciudadanos voluntariosos organizados en asociaciones y foros han amparado el hambre de justicia de familiares y víctimas, aun quedando mucho por hacer y todo por reparar.
Como dice un buen amigo en su perfil, trabajador incansable en la recuperación de las víctimas de la guerra civil y la represión franquista, "merecen descansar con dignidad y sus nombres recuperados del oprobio al que fueron sometidos. Pero, tanto ellos, como sus familiares no descansarán en paz en tanto no se les haga justicia".
Es tan difícil hablar de democracia en este país, para un juez que se atreve a revolver los casos de las víctimas del Franquismo, ya ves como ha terminado el asunto, después de esto, solo queda el esfuerzo de los voluntarios y los que estamos dispuestos a luchar para que todo esto salga a la luz y nuestros jóvenes no olviden lo que se vivió en este país, Justicia y dignidad para todas las víctimas y familiares
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