jueves, 30 de diciembre de 2010

salva opina


30 de diciembre de 2010. Ante el año nuevo

A veinticuatro horas de acabar el año no consigo ver, haciendo una retrospectiva sobre él mismo, que la humanidad haya avanzado hacia cotas de más libertad, de tolerancia, de paz, de justicia social, de cooperativismo, de mejoras tangibles en el África subsahariana o en las otras partes del mundo donde además de la rapiña y saqueo ejercido por los imperialistas se unen en un abrazo mortal las desgracias y catástrofes naturales para terminar de ahogarlos, para negarles la mínima salida a la esclavitud económica impuesta por los piratas que gobiernan las grandes naciones.
Siguen las mismas guerras y desastres ocasionados por la acción devastadora del hombre sobre otro hombres y pueblos: Palestina, Iraq, Afganistán...; por otra parte la globalización, ese invento que tanto gusta a los poderosos, sigue en una carrera veloz de rapiña enriqueciendo a los menos y empobreciendo a los más, empujando a la desesperación a los más atrevidos que se juegan la vida en pateras semipodridas y son pasto de las olas del mar enfurecido o de la acción dura de los gobiernos que los apresan y obligan sin la mínima compasión a una vuelta al infierno de donde creían haber escapado.
Volviendo sobre esta porción de Iberia no son nada halagueños los tiempos en los que entramos: sigue la crisis económica desencadenada por los "estraperlistas" del siglo XXI pero que costeamos los trabajadores, los funcionarios, los pensionistas, los jóvenes sin oportunidades, los desempleados... se incrementan las desigualdades, el estado de bienestar fallece sin que ni siquiera se molesten en llevarlo a la UVI, la violencia xenófoba y la machista va "in crescendo"sin que nadie pongamos remedio, la política es vista cada día como algo extraño al pueblo, como cosa de otros, de vividores y aprovechados, de los gurtels y asociados, el conformismo se apodera de las conciencias de las gentes, el compromiso por una sociedad más justa se abandona y se limita al voto cada vez más acompañado por una abstención creciente, nuestra juventud más preparada que nunca pero sin posibilidades de empleo... Un panorama muy gris y desalentador.
Pero no quiero ser pesimista, en el ser humano reside la fuerza, la inteligencia, la sensibilidad, la capacidad de reacción ante tanta adversidad... y oportunidades no nos van faltar para plantarnos y decir hasta aquí hemos llegado, a partir de hora vamos a ir por allí.¡Vamos a tomar nosotros las riendas de la situación!. Bien es verdad que si seguimos desaprovechando las pocas ocasiones de corregir el rumbo iremos sin remedio a la catástrofe total. Por ello voto por esa esperanza, por el cambio radical.

1 comentario:

  1. Comparto amigo Juan, tu comentario, sólo nos queda seguir denunciando esta arbitraria y artificial situación, desarrollando más solidaridad si cabe con los más desafortunados, crear entre todos un ambiente político y social que propicie un cambio, aunque difícil lo tenemos, sí difícil, pero no podemos callar y dejar de insistir en ello.
    Un saludo

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