En
estos momentos nuestro país sufre una grave
crisis económica como consecuencia del mismo
funcionamiento del capitalismo. No
somos un excepción si miramos al mundo que nos rodea. Pero aquí
reviste una GRAVEDAD inusitada:
Por la TORPEZA de los políticos conocidos como mayoritarios (PSOE antes, primero negando la crisis y después aplicando lo que le dictaba el FMI o la Sra. Merkel: el PP ahora con un programa de mentiras, acentuando las medidas restrictivas, sacrificando políticas de crecimiento en favor de controlar el gasto público y salvar la gran banca, aunque eso suponga a acuchillar a funcionarios, trabajadores públicos, pensionistas, dependientes de ayudas sociales, educación publica, sanidad...).
Por la CODICIA de los banqueros que jugaron a la especulación sin medir las consecuencias que se podía derivar de su piratería sin límites, de su falta de honestidad, y que acude al gobierno para que los rescate, para que cuadre sus balances y mala gestión con el dinero de todos, con el que debía ir al crecimiento, a las pensiones, a los servicios públicos, a la educación, a la sanidad.
Por la PRESENCIA de una clase de empresarios acostumbrados a ganar cada vez más y cuando esas ganancias bajan, no que desaparecen, enseguida “levantan el grito al cielo” que no pueden soportar las pérdidas y que hay que despedir, reformar el sistema laboral, rebajar los salarios de los trabajadores... y amenazan con llevarse las empresas a países menos desarrollados.
Por la DEBILIDAD de las organizaciones sindicales desbordadas por los acontecimientos, demasiados acostumbrados al pactismo, débiles por la sangría galopante de afiliados lo que les lleva a una dependencia de las ayudas emanadas desde la administración, y que les convierte en cierta medida en prisioneros.
Por el grado de CORRUPCIÓN que impregna todas las estructuras del estado actual, empezando por la monarquía y terminando por la clase política.
Todo ello nos lleva pensar que este sistema no tiene salida en favor del pueblo, que la única salida es una apuesta por recuperar la legitimidad republicana de la que en 1931 se dotó nuestro pueblo en uso de la libertad.
Por ello, sí, ES EL MOMENTO para levantar la bandera republicana y lo que ella representa, es la única perspectiva para salir de la actual situación de agobio, explotación y estado de necesidad de nuestro pueblo con dignidad, con reparto equitativo de las cargas, liberándonos de los miserables que nos han llevado a esta situación.
Por la TORPEZA de los políticos conocidos como mayoritarios (PSOE antes, primero negando la crisis y después aplicando lo que le dictaba el FMI o la Sra. Merkel: el PP ahora con un programa de mentiras, acentuando las medidas restrictivas, sacrificando políticas de crecimiento en favor de controlar el gasto público y salvar la gran banca, aunque eso suponga a acuchillar a funcionarios, trabajadores públicos, pensionistas, dependientes de ayudas sociales, educación publica, sanidad...).
Por la CODICIA de los banqueros que jugaron a la especulación sin medir las consecuencias que se podía derivar de su piratería sin límites, de su falta de honestidad, y que acude al gobierno para que los rescate, para que cuadre sus balances y mala gestión con el dinero de todos, con el que debía ir al crecimiento, a las pensiones, a los servicios públicos, a la educación, a la sanidad.
Por la PRESENCIA de una clase de empresarios acostumbrados a ganar cada vez más y cuando esas ganancias bajan, no que desaparecen, enseguida “levantan el grito al cielo” que no pueden soportar las pérdidas y que hay que despedir, reformar el sistema laboral, rebajar los salarios de los trabajadores... y amenazan con llevarse las empresas a países menos desarrollados.
Por la DEBILIDAD de las organizaciones sindicales desbordadas por los acontecimientos, demasiados acostumbrados al pactismo, débiles por la sangría galopante de afiliados lo que les lleva a una dependencia de las ayudas emanadas desde la administración, y que les convierte en cierta medida en prisioneros.
Por el grado de CORRUPCIÓN que impregna todas las estructuras del estado actual, empezando por la monarquía y terminando por la clase política.
Todo ello nos lleva pensar que este sistema no tiene salida en favor del pueblo, que la única salida es una apuesta por recuperar la legitimidad republicana de la que en 1931 se dotó nuestro pueblo en uso de la libertad.
Por ello, sí, ES EL MOMENTO para levantar la bandera republicana y lo que ella representa, es la única perspectiva para salir de la actual situación de agobio, explotación y estado de necesidad de nuestro pueblo con dignidad, con reparto equitativo de las cargas, liberándonos de los miserables que nos han llevado a esta situación.
Pero
hay una novedad importante a tener en cuenta: hasta hora la
República, la hemos reivindicado los republicanos de
izquierdas y la izquierda política, pero ya
ha aparecido entre la derecha post-franquista (viendo que su
monarquía hace aguas) “un
loby republicano”, que nada tiene que ver con
nosotros, pero que no podemos perder de vista. Es un proyecto
continuista y capitalista. Son la gente que se cobijan en el entorno de
EL MUNDO, sindicatos de Manos Blancas, etc y detrás, escondidos y
para verlas caer, los “Aznar & cía”.
Por eso, Salva, me parece fundamental la creación de un frente republicano radical (de raíz, no de quemar contenedores). Un frente que presente a la sociedad los verdaderos valores republicanos, ajenos y opuestos a los totalitarismos de cualquier signo y color (fascismo, capitalismo, comunismo, socialismo real, etc.).
ResponderEliminarNo debemos permitir que la población se vea obligada a elegir entre modelos ya probados y fracasados. Es nuestra gran oportunidad de poner en valor el concepto de ciudadanía, de construir la República entre tod@s a través de un sistema profundamente democrático, sin paternalismos ni fórmulas mágicas.
La única forma de recuperar la soberanía para el pueblo, su legítimo dueño, es ejercerla desde ya. Trabajar "desde ayer" en el diseño de una alternativa al dominio del capitalismo salvaje a través de sus múltiples herramientas (monarquía, Iglesia Católica, corrupción generalizada,...).
Hay que ponerse ya a hablar de los grandes temas. El proceso constituyente puede surgir en cualquier momento porque la derecha sabe que vamos con retraso. Tenemos que saber cuanto antes qué mínimos debe contemplar la constitución de la República para que la aceptemos. Que no nos vuelvan a engañar con una segunda operación de maquillaje del franquismo.
SyR.
Estoy de acuerdo con casi todo el fondo de tu comentario. Gracias.
ResponderEliminarAhora bien en lo del frente, repito aun estando con el fondo de la idea que expresas, tengo mis matices, que mañana en el próximo articulo que publique CUAL ES EL CAMINO QUE HAY QUE RECORRER PARA CONSEGUIRLO expondré. Gracias y un abrazo amigo republicano.
Coincido bastante contigo, tu análisis es total y muy bueno, pero también con Javier, estoy dando vueltas al tema, como explicar un poco los que dice Javier que está en la linea de lo que yo vengo diciendo, hay que evitar, aunque está claro donde nos situamos la mayoría de quienes defendemos la república, que si bien hay que evitar una república continuista de este apéndice de la dictadura, no debemos olvidar que debemos convencer a personas que piensan de manera diferente a nosotros y están más que hartos de la monarquía, a los cuales ahora damos miedo.
ResponderEliminarSyR
Yo también estoy preparando algo en esa linea
Buen comentario amigo Paco. Se trata de atrae al bando republicano a la mayor gente posible para llegar a la República mas democrática y avanzada posible. No podemos introducir elementos que puedan crear confusión o temor, aunque esa por supuesto no es nuestra voluntad. Un Frente Popular, así dicho y propuesto fríamente no atraería a tantos ciudadanos como deseamos. En mi próximo artículo lo intento explicar, no se si lo consigo. Por otra parte aquí en Valencia hemos dado por hecho que la gente se sumaria a los actos sin más y quizás no lo hemos explicado ni trabajado tanto como nos pensamos, lo que no quiere decir que no hayan habido compañeros que se han dejado la piel. Un abrazo mi buen amigo y compañero republicano.
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