Aquellos
partidos que dicen en su ideario una cosa y cuando tienen el poder
hacen lo contrario, tienden a perder la credibilidad política, la
gente los abandona, pierden la ilusión y la confianza en ellos
porque lo que ofrecen, los ciudadanos escarmentados ya saben que no
lo harán y por ello va convirtiéndose en residuales hasta
prácticamente desaparecer. Pongamos unos ejemplos de fuera y de
dentro: el Partido Socialista Italiano que ha dado a lo largo de sus
historia primeros ministros y presidentes a la República Italiana,
hoy prácticamente no existe, o casos más cercanos como la UCD
(primera reagrupación de ex-franquistas venidos a demócratas) o
el caso del PCE, aunque su caso no se deba al mal gobierno ni al
incumplimiento de promesas de gobierno, sino más bien a los bandazos
ideológicos que ha ido dando, al desconcierto que le ha supuesto el
derrumbe del antes conocido como “bloque socialista” tras la caída del muro
de Berlín y a su propia falta de coraje revolucionario o de defensa
radical de la democracia, hoy desaparecido políticamente y
sobreviviendo refugiado en las siglas de IU, sin mensaje y sin voz
propia, conformado en dirigir y controlar una “multi-alianza” que
ni despega lo que ellos persiguen ni termina por convencer, alianza que cada dia se
fracciona más interiormente.
¿Y
el PSOE? Éstos si que necesitan con urgencia un anti-Suresnes, que
les devuelva al socialismo y al republicanismo histórico, a una
política original y ofensiva frente a la actual fase del
capitalismo global, a entender que se debe gobernar de acuerdo con
los programas aprobados y presentados a los electores y no por la
voluntad titubeante del “divino” líder de turno. Sus dirigentes
ya no convencen y el mejor servicio que pueden hacer a las bases
socialistas (sin duda quedan socialistas de base) es retirarse y
dejar paso a gente que se crea lo del socialismo y sobre todo
despedir a toda la cuadrilla dirigente enriquecida con la política
(muchos jamás trabajaron por cuenta ajena, no saben lo que es
ponerse un mono, ensuciarse las manos de grasa o acudir a una oficina
donde un despótico jefe te putee, solo acostumbrados a dormir con el
traje y la corbata puesta, y con tanta facilidad para caer en
inimaginables corruptelas , pero sobre todo insensibles a la
situación por la que está pasando el pueblo, solo con la
explicación fácil de la culpa es de la crisis, sin denunciar a los
autores de la misma, cuando fueron los primeros en negarla, solo
una mera “coyuntura temporal” y además éramos el país europeo
“mejor” situado para salir de la misma, viendo “brotes
verdes” por todos los rincones de la península y de las ínsulas.
Sin ideas, desmoralizados, aplicando las recetas que le dictaba el
FM contra los trabajadores. Y no hablemos de los actuales gobernantes de la derecha dura y
rancia, de los neo-franquistas, de los que la mentira es su bandera y
los sobres en la cartera que les han sucedido en la gobernanza de
nuestro país. Pero no quiero perder mi tiempo con los de la mentira
y la camisa azul ahora ligeramente blanqueada.
Volviendo
a lo que me interesa como republicano y demócrata: Un PCE y un PSOE
republicanos, socialistas, (probablemente estoy pidiendo peras al
olmo), federalistas, aliados o con buena y respetuosa relación con
los Partidos Republicanos emergentes y reorganizados, fuertemente
rearmados ideológicamente, fieles herederos de una tradición
importante e histórica, radicales en sus planteamientos y
profundamente democráticos. Sería la política que volvería a
movilizar a los trabajadores y la ciudadanía progresista y radical
en sus planteamientos para romper el viejo orden, el injusto e
inoperante sistema político actual, parando con su acción a los
neo-franquistas, además de finiquitar para siempre una institución
tan anacrónica como la monarquía del borbón-franco.
Y
que conste que no estoy hablando de ningún frente ni coalición,
sino que cada uno defienda por su parte los principios republicanos,
se organicen de acuerdo con ellos y lleguen a la ciudadanía con
un mensaje claro, neto ampliamente demócrata, progresista, laico,
social, federal... es decir republicano.
Los
pueblos progresan cuando ponen por delante la defensa de los
intereses generales sobre los particulares, y que mayor interés que
la libertad, la igualdad y la fraternidad, además de una justicia
igual para todos?
Salud
y República.
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