Una semana contra los derechos humanos
Al comandante en jefe del ejército más poderoso del mundo (ejército que mantiene abiertas dos guerras injustas y devastadoras, como son todas las guerras, en dos países con el pretexto engañoso de defender la democracia y los DD.HH. , excusa con la que intentan el control de "zonas estratégicas" para los intereses exclusivos e imperialistas de su país como superpotencia mundial), le han hecho entrega del premio Nobel de la Paz, galardón instituido para reconocer internacionalmente la aportación individual o celectiva en favor de la paz, la convivencia o el desarrollo de los derechos humanos. ¡Qué sorpresa y escándalo esta concesión!, seguro que ha hecho estremecerse y removerse en su tumba a Alfred Nobel ante esta indigna decisión del comité que concede dicho premio, como en su día le debió ocurrir al entregarse él mismo a Mr. Kissinger (verdugo de Vietnam) o Annual el Sadat (presidente egipcio y enterador de la Reública Arabe Unida) o a Begin (ultraterrorista en Palestina)... Con estos premiados y algunos otros que mi corta memoria ha olvidado en los momentos de trazar estas líneas de opinión este galardón se ha ido devaluando y nos hace pensar que estamos viviendo en un mundo al revés sino fuera por la miseria y la crueldad a la que da refuerzo y alas.
Por otra parte vemos como en un territorio del Estado español languidece y se aproxima a la muerte una valiente luchadora por la libertad de su pueblo, antaño la 53 provincia española, "provincia" que la España postfranquista entregó de forma claudicante y vergonzosa al reino de Marruecos, reino donde los derechos humanos y la convivencia de los pueblos vale y se respeta tanto o menos que en la dictadura de la que estabamos saliendo los españoles. Nuestra obligación como exmetrópoli colonizadora era ayudarles a conseguir, mediante el ronocimiento a su derecho a la autodeterminación, la idependencia, colaborando con sus representantes del Frente Polisario. Han pasado ya bastantes años de esa vergonzasa traición al pueblo saharaui y no hemos rectificado, permanecemos distantes y mirando hacia otro lado frente a las arbitrarias y despóticas políticas de Marruecos sobre el territorio y las gentes que lo habitan. El gobierno español es incapaz de obligar a rectificar a su homólogo marroquí la arbitraria medida de expulsión que pesa sobre Aminatou Haidar que se ha visto obligada a resistir y a hacer frente al colonizador del norte con lo único que tiene, la vida. España pretende acallar su mala conciencia recurriendo a la Unión Europea y EE.UU. para que el teócrata reconsidere la situación, no tomando iniciativas que puedan hacer peligrar la colaboración del reino alahui en el control de la emigración clandestina o para mantener "controlada y en suspenso" la reivindicación nacional marroquí sobre las plazas de Ceuta y Melilla. Desgraciadamente, ha sido una semana de retroceso en toda la línea de los derechos humanos. ¡Ojalá! Aminatou pueda resistir y ganar esta batalla donde sacrifica lo más preciado que tiene: la vida.
¿Acaso te atreves a insinuar que las ciudades de Ceuta y Melilla no son España?
ResponderEliminarSegún la Constitución son ciudades autónomas y forman parte del Estado Español. Pero es legítimo que los nacionalistas marroquíes aspiren a lo que entienden como reintegro de esas ciudades arrebatadas por portugueses y castellanos entre 1415 y 1497 al antiguo Reino de Fez, antecedente histórico del Sultanato de Marruecos y posterior Reino actual.
ResponderEliminarMi opinión iba en el sentido de que la presión al gobierno marroquí no era la adecuada para la resolución de conflicto que vive el pueblo saharaui a causa de la huída irresponsable y entrega del territorio del Sahar Occidental a los nuevos colonizadores del norte, presión que por parte de los diferentes gobiernos españoles no se ejerce a cambio del "control" sobre los nacionalistas marroquies por parte del su gobierno, al mismo tiempo que pretendo tributar un homenaje a la valiente activista saharaui Aminetou Haidar