Por una organización política de los republicanos
Después de la resaca y del mal sabor de la noche del 22 de mayo, habiendo/estando sufriendo una legislatura terrible a la que le quedan 10 largos meses de más desesperación, sudor y sacrificios para las clases populares, uno, que no se ha sentido representado de forma clara y precisa por ninguna de las fuerzas que han postulado a gobiernos comunitarios y ayuntamientos, aunque he ejercido mi opción de votar por la coalición de izquierdas que he creído más próxima a mis convicciones políticas e ideológicas, me atrevo a reflexionar en voz alta y preguntarme sino sería conveniente que se crease una fuerza política republicana y de izquierdas, con el esfuerzo común de todos los que quieran apostar por la misma, que nos ilusione, que nos movilice, que nos atraiga, que sea un referente para los que nos reclamamos republicanos.
Una fuerza política de izquierdas, republicana, democrática, federal, que funcione de abajo a arriba, asamblearia, regeneradora, distinta a los partidos existentes... ¿Sería posible? ¿Con qué instrumentos políticos contamos las mujeres y los hombres de la izquierda que nos sentimos republicanos, que vemos necesario el cambio del sistema político , que no aceptamos la monarquía por la arbitrariedad y fuente de desigualdad que representa?
Bien es cierto que los problemas de nuestro pueblo más inmediatos ahora son resolver la crisis capitalista desde una opción de izquierdas y no a los dictados de los banqueros y especuladores, que con su ambición desmedida la originaron, como lo está intentando el PSOE de una forma descaradamente servil con los poderosos o lo seguirá haciendo el PP si llega a ganar la administración del estado en el 2012; sino buscando ampliar el trabajo y lograr el justo reparto , distribución y retribución del mismo; retomar las ayudas a las familias con dependientes; proporcionar un sistema de becas sin engaño a los estudiantes; mejorar la escuela pública abandonada frente a la concertada de las iglesias; reformar la ley hipotecaria; volver a hacer tributar a los que más patrimonio tienen; salvar la sanidad pública casi colapsada por la mala gestión de gerentes únicamente preocupados de sus millonarios sueldos antes que de solucionar los problemas que la aquejan y la hacen zozobrar; parar la chulería de banqueros y malos empresarios... Tantas cosas que preocupan a nuestro pueblo y que de no cambiarse el sistema político, de ahí la necesidad de una república, no encontrarán solucion, dado que los actuales males son consustanciales al sistema actual: nacieron, crecieron y se desarrollaron al amparo de la monarquía.
Pero, la república será y debe ser una república de todos los ciudadanos, sin distinciones que penalicen o priven de derechos a otros, será de todos los ciudadanos, no podemos limitar la libertad de pensamiento y de organización a nadie, no podemos aceptar a unos partidos/ organizaciones sí y a otros no, salvo que sean declaradamente fascistas, xenófobos y violentos.
Lo que se trata es que la izquierda , que mayoritariamente y sociológicamente tiene sus raíces en el pueblo responda en su quehacer político a los intereses de las clases populares, a los intereses mayoritarios de su pueblo, no de los bancos y grupos de presión, iglesias, monopolios, etc, como se da en la actualidad.; con lo que se asegura, de actuar así, la confianza de su pueblo y nada tiene que temer a la presencia de una derecha republicana si se diera el caso.
Naturalmente que desde esa legalidad democrática, republicana, se avanzaría a una sociedad socialista, sin ejércitos ni grupos armados que puedan rebelarse o venderse a los capitalistas en retroceso por los avances sociales imparables. El incontable dinero que se invierte en la guerra o en su preparación sería para servicios y el desarrollo del pueblo que ha proclamado su República, la Republica de los trabajadores de toda clase.
Salud, memoria y República.
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