salva opina

Los parados sin trabajo y sin percibir prestación o subsidio alguno.

En principio si no percibes ninguna prestación pero estás inscrito en el INEM se tiene derecho a solicitar la ayuda. Además cuando se cumplen los 52 años y se tienen más de 15 años cotizados, se reúnen las condiciones para acceder a la jubilación excepto la edad con lo que de nuevo se origina un derecho a subsidio prorrogable hasta los 60 años. Si en este periodo no se produce ninguna contratación laboral por medio te llevará a percibir a partir de los 61 años la pensión mínima en vigor en ese momento.

Bueno todo esto, ¡qué no es gran cosa! pero formaba parte del mini-estado del bienestar social con el que se llenaban la boca los sociolistos para ganar elecciones frente al coco de la derecha franquista (resulta que en la práctica PSOE=PP,) estaba en vigor mientras yo trabajaba, de graduado social, ahora llevo cuatro años y medio de invalidez sin ejercer y y todo ha cambiado...

Y en este periodo el PSOE en su última fase de gobierno y el PP con su actual fuerza arrolladora de elefante moviéndose en medio de una cacharrería, aprovechando que los grandes y singulares sindicalistas Toxo y Méndez, tienen a la clase obrera desmovilizada, pasan la mayor parte de su tiempo tomando tapas con la patronal o de café con el borbón en la Zarzuela, no se si en la residencia real o en el teatro, tiempo en el que se recrean eternamente sus conversaciones, con la vana intención de hacernos creer que están trabajando por y para nosotros, cuando en realidad solo persiguen ganar más tiempo (mientras para ellos sus organizaciones si cotizan por las bases máximas, con lo que llegada la edad de jubilación, si disfrutarán las pensiones máximas en vigor en su momento) y muchos de nosotros (que grandes pavos somos algunos, bastantes) llegamos a creer que están negociando y concertando mejoras para el conjunto de los trabajadores.

Engañados, mientras tanto, los trabajadores dejamos la lucha de clases aparcada, dada nuestra confianza en los citados líderes redentores del proletariado, nos ponemos delante del televisor para ver a la selección de fútbol, a Nadal ganar trofeos y a los pupilos del ministro Wert torturando y matando toros... El resto de tiempo lo dedicamos a pasear y ver escaparates en las grandes áreas comerciales que han ido creando en la última década las multinacionales francesas y españolas sin poder comprar a penas lo imprescindible y no siempre, porque los euros no nos llegan y han de ser destinados, por parte del gobierno monárquico a salvar los bancos que se quedan con nuestras casas con la mayor sangre fría del mundo.

Meneos mal que la gran multinacional de Roma ofrece a los jóvenes que quieran acogerse a un trabajo para toda la vida, un salario, una casa y seguridad social incluidos, lo que de calar entre los menos concienciados volverá a llenar los seminarios vacíos desde finales de la década de los ochenta-noventa. Lástima, que a muchos les coja mayores, incrédulos y algo anarcos para el desempeño de tan “nobles” e “innecesarios” menesteres: mantener a la población resignada y adormilada. Hoy, al parecer lo están consiguiendo, estamos en camino de volver al ambiente de las primeras guerras carlistas (Dios, patria y rey). Claro que lo de patria se traduce en el concepto moderno y actual de hacer más grandes si cabe a los bancos.

Salud, memoria y República.