Así
es amigo Jordi, los defensores del sistema se disfrazan de demócratas
y crean medios para conocer nuestras formas de pensar, de dar a
conocer nuestras aspiraciones, para controlarnos, pero cuando les
interesa o crean que vamos demasiado lejos para sus propósitos de
dominación, nos cortan radicalmente bajo la excusa de que no
cumples los acuerdos para publicar, ¿Es qué a la libertad de
pensamiento se le pueden poner puertas? Si es así entonces no hay
libertad.
Es
como la democracia española, aparenta ser una democracia, porque hay
elecciones cada cuatro años, los bancos entregan millones de euros
al PP y al PSOE y a CiU, para que nos coman la cabeza, nos engañen
a porrillo, nos creamos que participamos y decidimos...
Todos
escribimos, hablamos y creemos que nuestra Izquierda va alcanzar el
parlamento y que tendremos voz y voto, y que vamos a decidir porque
así debería ser en la democracia.
Nos
olvidamos del engaño de la democracia liberal y sobre todo de la
democracia controlada y originada por y para suceder a una dictadura.
¡Qué ingenuos somos la mayoría al votar, al poner destino e
ilusión a nuestro voto! La oligarquía ya tiene decidido de
antemano quien va a ganar esa legislatura en concreto, quien va a
servir mejor los intereses de los banqueros que esconden sus
ganancias en el extranjero y luego declaran pérdidas para que el
papá Estado les cuadre los balances con millonadas que restan de las
supuestas ayudas que ese mismo Estado debería destinar a sus
ciudadanos menos favorecidos (aunque lo diga y lo tengan escrito en eso
que llaman su constitución: derecho al trabajo, derechos la
vivienda, a la alimentación, a la sanidad, a la ayuda al
dependiente, a la igualdad entre los sexos, a la educación pública y
sin discriminación...), nada cumplen, todo lo tienen atado y bien
atado para que el poder siempre recaiga en él que mejor va
servirles. El gran invento del bipartidismo, de la ley electoral que
garantiza esos resultados interesantes para el verdadero poder
económico es la originalidad de nuestro sistema frente a otros
sistemas burgueses del entorno. Esta democracia “semiliberal” no
está ni pensada ni creada para servir al pueblo, sino al contrario
para servirse y controlar al pueblo; esto tú y muchos lo sabemos y
nos sentimos impotentes tantas veces...
Así
es amigo Jordi, cuando todos los que nos creemos que somos de la
Izquierda, (que ciertamente deberíamos ser muchos porque a la
mayoría les late el corazón a la izquierda) hablamos y creemos que
nuestra Izquierda va alcanzar el parlamento y que tendremos voz y
voto, y que vamos a decidir porque la supuesta democracia lo
garantiza conceptualmente hablando, pues nada, de nada.
Hemos
vuelto a caer en la trampa, la hemos cagado de nuevo, adiós a todas
nuestras ilusiones políticas y culturales, esta vez los manirrotos
banqueros españoles decidieron que fuera el PP de Rajoy, los
neo-franquistas, los que llevaran por el mar revuelto de los que
llaman crisis y en realidad no es más el lío de sus pelotazos y
corrupciones, la nave del estado. Quizás dentro de cuatro ó ocho
años vuelvan darle el pilotaje del barco al PSOE, pues, para
nosotros no hay puestos ni siquiera de marineros o grumetes.
Y
ahí están las redes sociales, el nuevo invento para distraernos y
hacernos creer a los incrédulos que hay democracia, en ellas nos
refugiamos y lanzamos nuestros gritos de libertad, de la necesidad de
unidad de acción, de la necesidad de crear un frente popular y
republicano, de crear un estado federal o de respetar aquellas
nacionalidades que quieran andar por su parte. Y ahí estamos casi
todos los días intentando crear estado de opinión favorable, siendo
muchas veces hasta pesados, hasta que alguien de la araña negra que
mueve las redes sociales decide que fulanito, en este caso Pepín
Cordero, se ha "pasado" y hay que castigarle con el silencio. En esos
momentos caemos, vemos, descubrimos con dolor en la gran falacia que
nos movemos. Y nos damos cuenta que hoy ha sido el camarada Pepín
Cordero, pero mañana puede ser cualquier otro. Y así re-descubrimos
que la democracia liberal no es más que el engaño más grande de
la historia después de la aparición de la iglesia católica.
Pero, no quiero dejarte, viejo amigo Jordi, y a otros amigos que se acerquen a leer estas reflexiones, con la sensación de que soy un pesimista y un derrotado (se de antemano que nuestro amigo Pepín Cordero vencerá y no dejará de ilustrarnos y señalarnos vías para avanzar socialmente), quiero acabar estas reflexiones con una llamada a que no decaiga el ánimo, pues, si un día tuvimos una República política
y social y más libertad ¿por qué no podemos llegar a tenerla
otra vez mal que le pese a curas y banqueros y reyes puestos a dedo?
Salud,
memoria y República (personalmente me la pido popular, federal y
socialista).
"... si un día tuvimos una República política y social y más libertad ¿por qué no podemos llegar a tenerla otra vez mal que le pese a curas y banqueros y reyes puestos a dedo?" ¿Vamos a ser menos que nuestros abuelos?
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