Cada día
van llegando a nuestras costas las pateras, o barcas casi de
juguetes, llenas de emigrantes, unas veces vivos, las más de las
veces muertos por los elementos tan adversos que han tenido que
padecer. Pero siempre previamente robados y engañados por las
mafias que trafican y que curiosamente nunca se oyen noticias acerca
de la detención de las mismas a un lado o al otro del estrecho.
¿Habrán complicidades inconfesables?
Sólo cabe el
camino hacia la humanización: acoger y respetar a quienes tanto han
arriesgado para superar la miseria y el mal vivir de sus países de
origen. Países que previamente colonizamos y robado sus riquezas siglos atrás, así como esclavizado con grilletes a una parte importante de su población y hoy mantenemos relaciones privilegiadas con sus gobiernos tiránicos. ¡Emigrar, buscar una oportunidad, es un derecho sagrado de la
persona que no tiene porque resignarse a morir de hambre, de miseria,
de falta de perspectivas!
Hay algo que
todos olvidamos: a fin de cuentas toda la humanidad ha salido de
África para llenar de seres humanos los cinco continentes. ¿Por qué darles este trato tan inhumano a los que actualmente lo intentan?
¡Europa la cristiana, la culta, la de las libertades!
Claro que
enfrente tenemos al gobierno, a los curas que le bendicen, al rey y
su corte, a Botín, a los banqueros, a la patronal, al policía y
al guardia civil que siguiendo órdenes de la superioridad a los
pocos que logran sobrevivir y llegar a la tierra "prometida"
en premio los devuelven a la miseria de donde salieron, y a nosotros,
a la gran mayoría de españoles parece no afectarnos la suerte que
corren estos hermanos más desgraciados que nosotros, nos parece lo
normal, somos tan tontos que nos creemos que nos van a quitar el
trabajo... ¡qué pueblo el nuestro, tan cristiano, tan conservador,
tan corto y tan miserable!
Salud, memoria y humanidad.
Parece como si el ser humano de tanto recrear la muerte, las miserias y las tragedias en la ficción, o a través de los noticiarios, nos hayamos cubiertos de una coraza de insensibilidad, y como dices “tan cristianos”, que se volverían a crucificar a aquel que dicen que nació en un pesebre si se llegase en una patera.
ResponderEliminarNo puedo menos que compartir totalmente tu comentario amigo Paco Arenas. Romper esa coraza de insensibilidad , nos hará volver a ser humanos y nuestra lucha por la libertad y la justicia será más verdad cada día que pasa. Gracias y un abrazo republicano.
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