jueves, 4 de febrero de 2010

salva opina


El espectáculo a que nos viene acostumbrando este Gobierno.

En las últimas horas y días el gobierno nos está dando una sorpresa tras otra: la crisis económica en antaño negada con ahínco, estaban las elecciones a la vuelta de la esquina, nos tiene totalmente cogidos y en vez de pensar y trazar alternativas que favorezcan una salida en favor de la mayoría, está empeñado en seguir el camino que buscar abreviar la pesadumbre a los poderosos cargando los sacrificios sobre los hombros de lo más débiles económicamente: trabajadores y emigrantes. A leyes con matiz cuasi-xenófobo ha seguido una política económica de pasos ciegos, de presentación de propuestas y retirada de las mismas, de medias verdades y engaños.

Ayer fue poner en manos de los grandes bancos el dinero de todos para su particular negocio y beneficio, dejando de lado las necesidades de crédito para las familias y los autónomos.

Hoy es “controlar el gasto público” (por que no controlará con el mismo ánimo la especulación y las desviaciones que se dan y se favorecen desde la Administración, el absentismo de parlamentarios y el numero excesivo de altos cargos, la burocracia desorientadora y endémica, el enchufismo, el uso indiscriminado del dinero de libre disposición en manos de estos señores, el lujo y la ostentación que les acompaña y costeamos los ciudadanos...?), bajando en las inversiones proyectadas para el sector público supone, en definitiva ralentizar salidas a la crisis, aumentar el desempleo, parar la locomotora pública para volver a confiar la recuperación en aquellos que nos han llevado a la actual situación.
Bajar las pensiones es golpear a los trabajadores que con su esfuerzo y sacrificio lo han dado todo por el país y que en el momento de la vejez solo reclaman tener una subsistenciaa económica que reconozca el esfuerzo hecho y el derecho al descanso y al ocio que a lo largo de su vida laboral les fue negado por la suma de los bajos salarios típicos made inspain y las largas jornadas sufridas, pues en este país jamas se ha respetado la jornada marcada por leyes y convenios.
Bajar las “cotizaciones a la seguridad social” como reclaman empresarios y voceros acreditados del capital es a la larga contribuir a vaciar la hucha de la S.S más rápidamente, situación que quieren y pretenden compensar bajando las pensiones, hecho que ocurrirá de llevar a cabo la ampliación del periodo de cálculo de la base reguladora de 15 a 25 años o del tiempo mínimo de cotizaciones para tener derecho a la pensión.
Niegan, con la boca pequeña, que pretendan abaratar el despido, ya esta en circulación la idea del “nuevo contrato indefindo” y de la indemnización que conlleva en caso de despido, pero está a la vuelta de la esquina, es el próximo cartucho que sacarán, si los sindicatos no transigen con estas políticas antisociales. Desgraciadamente lo vamos a ver muy pronto.
Y todo esto en nombre del “progresismo” y de la “izquierda”.

2 comentarios:

  1. Recuerdo el dicho ese que reza que "no hay nada más triste que un obrero de derechas". Existe algo peor: un partido "obrero" que hace políticas para la derecha... Y no solo por los resultados concretos de esas políticas, sino por el panorama de tierra quemada que se despliega tras su aplicación: toda brizna de progresismo y transformación queda muerta y ya no vuelve a nacer. ¿Resultado? La descomposición de la sociedad civil, la "deshistorización" de la clases populares y una sociedad acrítica donde prima el "consumidor frustrado" sobre el "ciudadano activo".

    Malos tiempos para la lírica...

    Salud y República ,-)

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  2. Tienes razón Lister, es más triste lo del partido...

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