¿Qué República queremos?
Lo tendremos que debatir, preparar y proponer.
Muchos nos reclamamos republicanos pero no todos entendemos la república de forma y contenido igual a diferencia de los los monárquicos, nostálgicos de los viejos tiempos de la aristocracia y del feudalismo, añorantes de tiempos superados, que coinciden todos, hoy, en la fórmula clásica inventada por lo británicos del “rey reina pero no gobierna”, y ligando la Jefatura del Estado a una familia que se la transmite como si el país fuera patrimonio familiar.
Los republicanos, sin embargo nos diferenciamos radicalmente a la hora de organizarla o de identificarnos con esa forma de gobierno.
Los hay como el Sr. Busch, los conservadores americanos, los neocons para lo que la república no es más que la mínima expresión del Estado en el interior: bajada de impuestos, lo que beneficia exclusivamentee a los poderosos, enemigos de la seguridad social al considerarlo un lujo que el estado no debe costear, la iniciativa privada es el motor que todo lo mueve, no es necesaria la intervenciónn del Estado en materia económica pues el mercado se autorregula, (la viejas teorías de la oferta y la demanda, de la mano invisible, etc.), pero si es necesario un fuerte poder militar para intervenir en el exterior a fin de asegurar los mercados abastecedores de la materia prima que ellos necesitan para seguir siendo primera potencia. Son los clásicos representantes del imperialismo. Los hay como los republicanos conservadores franceses, defensores teatrales de los símbolos de la vieja revolución burguesa por antonomasia, de los valores de la igualdad, libertad y fraternidad, pero que quedan reducidos a meros símbolos, a su vez viejos defensores del centralismo jacobino, y en la práctica no pasan de ser los nuevos abanderados de lo nacional, de la nación francesa pura, frente a la importante emigración proveniente de las viejas colonias. En Alemania, la república federal, una vez reunida con la Alemania del Este, es donde parece funcionar la república con más carga y contenido social, quizás consecuencia de la lección aprendida de la derrota del nazismo y de una vieja y fuerte tradición social, sin ser la panacea para los que apiramos a mayor justicia, equilibrio y libertad. O los nuevos republicanos de los antiguos paíse del Este europeo, que una vez abandonado el capitalismo monopolista de estado, convertida la antigua nomenclatura en burguesía, corren y se mueven tomando como patrón y modelo a los neocons de USA.
En nuestro país, cada día más ciudadanos nos reclamamos republicanos, manifestamos nuestra repulsa a la monarquía impuesta, aspiramos a que todos los ciudadanos estén sometidos al imperio de la ley y todos tengan/tengamos las mismas posibilidades ante la máxima magistraura del estado, ante cualquier instancia.
Lo que ya no está tan claro y es necesario, es debatir el modelo de república que queremos, teniendo y considerando los precedentes históricos nuestros, de la I y II República. ¿Queremos una república unitaria? o ¿una república federal?. ¿Queremos quedarnos en parámetros de una república burguesa, corregida con una fuerte intervención social, con los peligros que ella corre en periodos de crisis o gobiernos de derechas? o ¿queremos una republica socialista, cuyo modelo hemos de inventar y poner en marcha, teniendo en cuenta los errores y atrocidades cometidos en los países que los defensores del status quo llamaron países socialistas y que degeneraron en sociedades de capitalismo monopolista de estado y libertades ridículas?
Muchos ciudadanos de la Izquierda, apostamos por una república federal y socialista, pero queda mucho por inventar y articular para que la mayoría de los ciudadanos la podamos compartir y sentir como la mejor fórmula de convivencia política. Debatir y proponer para llegar a un nuevo14 de abril y no nos puedan ni expulsar ni masacrar, para quedarnos y avanzar juntos hacia la libertad y la justicia, para desterrar la vieja soflama del “homo lupus homini est”.
Muchos nos reclamamos republicanos pero no todos entendemos la república de forma y contenido igual a diferencia de los los monárquicos, nostálgicos de los viejos tiempos de la aristocracia y del feudalismo, añorantes de tiempos superados, que coinciden todos, hoy, en la fórmula clásica inventada por lo británicos del “rey reina pero no gobierna”, y ligando la Jefatura del Estado a una familia que se la transmite como si el país fuera patrimonio familiar.
Los republicanos, sin embargo nos diferenciamos radicalmente a la hora de organizarla o de identificarnos con esa forma de gobierno.
Los hay como el Sr. Busch, los conservadores americanos, los neocons para lo que la república no es más que la mínima expresión del Estado en el interior: bajada de impuestos, lo que beneficia exclusivamentee a los poderosos, enemigos de la seguridad social al considerarlo un lujo que el estado no debe costear, la iniciativa privada es el motor que todo lo mueve, no es necesaria la intervenciónn del Estado en materia económica pues el mercado se autorregula, (la viejas teorías de la oferta y la demanda, de la mano invisible, etc.), pero si es necesario un fuerte poder militar para intervenir en el exterior a fin de asegurar los mercados abastecedores de la materia prima que ellos necesitan para seguir siendo primera potencia. Son los clásicos representantes del imperialismo. Los hay como los republicanos conservadores franceses, defensores teatrales de los símbolos de la vieja revolución burguesa por antonomasia, de los valores de la igualdad, libertad y fraternidad, pero que quedan reducidos a meros símbolos, a su vez viejos defensores del centralismo jacobino, y en la práctica no pasan de ser los nuevos abanderados de lo nacional, de la nación francesa pura, frente a la importante emigración proveniente de las viejas colonias. En Alemania, la república federal, una vez reunida con la Alemania del Este, es donde parece funcionar la república con más carga y contenido social, quizás consecuencia de la lección aprendida de la derrota del nazismo y de una vieja y fuerte tradición social, sin ser la panacea para los que apiramos a mayor justicia, equilibrio y libertad. O los nuevos republicanos de los antiguos paíse del Este europeo, que una vez abandonado el capitalismo monopolista de estado, convertida la antigua nomenclatura en burguesía, corren y se mueven tomando como patrón y modelo a los neocons de USA.
En nuestro país, cada día más ciudadanos nos reclamamos republicanos, manifestamos nuestra repulsa a la monarquía impuesta, aspiramos a que todos los ciudadanos estén sometidos al imperio de la ley y todos tengan/tengamos las mismas posibilidades ante la máxima magistraura del estado, ante cualquier instancia.
Lo que ya no está tan claro y es necesario, es debatir el modelo de república que queremos, teniendo y considerando los precedentes históricos nuestros, de la I y II República. ¿Queremos una república unitaria? o ¿una república federal?. ¿Queremos quedarnos en parámetros de una república burguesa, corregida con una fuerte intervención social, con los peligros que ella corre en periodos de crisis o gobiernos de derechas? o ¿queremos una republica socialista, cuyo modelo hemos de inventar y poner en marcha, teniendo en cuenta los errores y atrocidades cometidos en los países que los defensores del status quo llamaron países socialistas y que degeneraron en sociedades de capitalismo monopolista de estado y libertades ridículas?
Muchos ciudadanos de la Izquierda, apostamos por una república federal y socialista, pero queda mucho por inventar y articular para que la mayoría de los ciudadanos la podamos compartir y sentir como la mejor fórmula de convivencia política. Debatir y proponer para llegar a un nuevo14 de abril y no nos puedan ni expulsar ni masacrar, para quedarnos y avanzar juntos hacia la libertad y la justicia, para desterrar la vieja soflama del “homo lupus homini est”.
Nota:Esta reflexión que hoy reedito me la publicaron por primera vez los amigos del blog "cualquiera vale" el 28 /02/10. La pensé como un complemento a otras dos anteriores que publiqué en este blog: "La Tercera República" el 15/02/10 y "La República" el 15/10/09. Creo que es muy necesario abrir un debate entre los que nos llamamos republicanos a cerca de la República y no quedarnos solo en la fórmula de despedida salud y república que tanto nos atrae. Con la llegada de la democracia ( partitocracia liberal) no hemos conseguido nuestros objetivos, nos queda pendiente recuperar la memoria y restablecer la legalidad republicana que fue quebrada por un golpe de estado organizado por el fascismo, los terratenientes y la iglesia católica.
República federal y socialista.
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