salva opina

La grandeza y las bajezas de la democracia

El Sr. Rodríguez Zapatero terminó de deshojar o desflorar la margarita: " no me voy a presentar", "me voy a presentar", "no me voy...", y los barones de su partido (como en este país nunca se realizó una “revolución burguesa” como las llevadas a cabo en el entorno europeo, las reminiscencias feudales nos acompañan hasta en las expresiones de uso diario) respiran y transpiran autoconfianza al disiparse, eso quieren creer, las negras nubes de tormenta en ciernes, desencadenadas por la acción de gobierno de este “singular político neo liberal”, y llegan a concebir esperanzas de seguir “disfrutando y usando el poder (casi diría abusando, pero quizás moleste a algunos el comentario por lo que lo expreso en letra más pequeña y entre paréntesis, con ironía, pero también con respeto hacia los que piensen de modo diferente), pero si éstos se alegran y regocijan en sus poltronas, sus amigos los banqueros se sentirán, ciertamente, desilusionados por perder ese gran paladín de la economía ultra liberal en la que se había convertido por el uso y abuso de su cargo el antaño joven político que llegó, en un alarde de demagogia, a reclamarse del socialismo libertario, para luego hacer todo lo contrario.

Así son las cosas lo que es bueno para unos es peor para los otros.La hipocresía de los que gobiernan y el uso partidario de su acción frente a los verdaderos intereses de los administrados que los han puesto al frente del estado con su voto es escandalosa, rayando, en muchas ocasiones, en una burla profunda, en el desprecio más absoluto de la voluntad popular al incumplir de forma tan cínica su contrato con el electorado (ese conjunto vago de promesas que nos hacen cada cuatro años y que al día siguiente de salir elegidos olvidan en la primera papelera que se cruza en sus caminos).

Me pregunto ¿quién de los votantes a socialistas o afiliados a la izquierda en general y a los sindicatos obreros (que hoy secundan y comprenden la “aventura” militar donde los "aliados" con su potencial militar y sus errores continuos producen más muertes aún que el criminal Gadafi, según nos van ilustrando, aunque a cuenta gotas, algunos de los medio de expresión más “progres”) esperaba que nos metieran de guerra en guerra estos señores del PSOE después de las campañas mayoritarias contra la guerra de Iraq en las que participaron?

La grandeza de la democracia actual es que podemos "elegir" a los políticos que nos administrarán durante cuatro años, pero la bajeza abominable que la acompaña es que "casi" nada podemos hacer frente a los incumplimientos y los tenemos que "aguantar" hasta las elecciones siguientes. Lo triste y penoso es nuestra reacción: "como el PSOE me ha engañado voy a votar al otro, al PP", y cuando ocurre al revés ( que ocurre como si se tratara de una ley científica y natural) que el PP nos engaña, pues, entonces votamos al PSOE. ¡Qué realidad tan torpe y repetitiva que podemos constatar en nuestra historia democrática post-franquista!.

No aprendemos, los medios de comunicación de los grandes imperios de opinión nos modulan y dirigen de error en error..., y es que carecemos de la conciencia política crítica e independiente para apostar por algo nuevo, por nuevas perspectivas políticas que vienen de la mano de los partidos de la izquierda, minoritarios, que seguirán siendo minoritarios, por la injusticia del sistema electoral proporcional aplicado, por el boicot de los otorgadores de los créditos bancarios pro-campañas electorales y por nuestra comodidad, torpeza y dormida conciencia político-social.

Así nos va.

Pese a todo, desde esta pequeña reflexión, un saludo afectuoso entre republicanos y demócratas y un guiño a la esperanza.