La Izquierda y la República
A veces me pregunto ¿por qué la Izquierda política y organizada no reclama con más energía la República? ¿Acaso los males que padecemos nos son el fruto del sistema que sufrimos? En muchas ocasiones los malos "doctores" ocultan o intentan suavizar el diagnóstico para no asustar a sus pacientes, pero de tan mala práctica no se sigue ninguna recuperación para los mismos, se empeora lo que se "pretendía" mejorar...
Acá sufrimos el tandem monarquía-capitalismo, todo ello aderezado con el "bonito" traje de la democracia liberal, y los frutos son cada mes que pasa más parados, cada mes más ciudadanos pierden su casa, cada año se empeoran los sistemas públicos de escuela, sanidad, pensiones, asistencia a dependientes, cada año que transcurre por muchos cambios de leyes educativas que se proyecten nuestros niños siguen siendo los titulares del rendimiento escolar más bajo del entorno, los que menos leen y multiplican peor..., mientras los dineros públicos se nos volatizan con los altos salarios de políticos, jueces, reyes, príncipes, aventuras militares y cohechos a doquier.
Yo quiero oír, quiero que la Izquierda me diga claramente, sin tapujos, que pretende conquistar por las vías legítimas el poder político para transformar la sociedad, para acabar con el capitalismo y la monarquía, para crear una democracia auténtica para todos.
Quizás entonces, cuando las medias verdades cedan el paso al programa que pretende transformar y poner límite a tantos y tantos disparates de este sistema caduco, muchos ciudadanos que votan al tuntun o de rebote al contrario del que gobierna, entiendan la utilidad de su voto, el poder que tienen en sus manos, y pese a las leyes creadas para garantizar que todo siga igual, esto se rompa de una vez por todas y se alumbre una nueva sociedad: la República
Quiero dejar de ser vasallo para ser ciudadano, quiero dejar de competir para cooperar con mis conciudadanos, quiero que el esfuerzo compartido de resultados satisfactorios para todos, quiero decir a esas minorías privilegiadas: ¡se acabó!, ¡aquí tienen un billete disponible para un viaje de no retorno, porque esa es la voluntad mayoritaria del pueblo!.
Al tandem monarquía-capitalismo añadiría cristianismo como otro de los males. La necesidad de un estado laico
ResponderEliminar¡Cuanta razón tienes...! Una de las promesas más incumplidas de Zapatero, entre otras muchas, fue la de profundizar en el estado laico y hoy nos encontramos con ciudadanos en los juzgados por opinar de forma distinta a la Iglesia de Roma. Sí, un estado laico, social, igualitario, democrático... Gracias Jara por la puntualización tan necesaria. Un abrazo.
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