salva opina

La política es para muchos el negocio de su vida

Hay políticos en todos los partidos, especialmente en los conocidos como mayoritarios (léase sobretodo PP y PSOE) que llevan años y años viviendo de esa posición o "empleo" político con sueldos de ensueño que jamás hubieran obtenido de presentarse a un trabajo para el que supuestamente estuvieran cualificados (¿cualificados? ¿no es pedir demasiado?...).

Ahora vienen las elecciones municipales y los hasta hora conocidos como asesores se han abierto un hueco para intentar salir como cargos electos, como concejales, diputados autonómicos, senadores... y ¿qué pasará con los descabalgados? ¡Tranquilos, que no cunda el pánico! No harán la colas ante el INEM/Oficinas de Empleo.. o no tendrán que pedir su readmisión en sus empresas de origen, pues, la mayor parte nunca trabajaron, siempre fueron "profesionales" de la política, amigos incondicionales del líder del momento, sus testaferros, su aparato manipulador.

Entonces ¿que pasará con estos nuevos "desempleados"? Pues, ¡nada!, ellos saben que su porvenir económico está asegurado hasta que llegue la jubilación: ocuparán los puestos de asesores vacantes por los nuevos electos o tomarán posesión de cargos órganicos creados ad hoc en sus estructuras partidarias... Seguirán cobrando por encima de los 40.000 ó 50.000 € mensuales, seguirán disfrutando de tarjetas visa y de dietas., no doblarán el lomo. Y es que en el marco de la política neoliberal, del mercantilismo, de la democracia formal pero podrida, del todo vale, esto es visto como lo más normal del mundo; así muchos ciudadanos disculpan a los que de forma descarada han prevaricado y abusado de sus cargos, a los que viven de la política como uno de los negocios más lucrativos. Solo hay que ver las listas electorales, los implicados que repiten en puestos de salida y las espectativas y resultados que predicen las encuestas de opinión, ¿ de opinión?, mejor de manipulación. Estamos en la democracia liberal, nada que ver con la de la Comuna de París, donde el sueldo máximo de un cargo electo era el salario de un panadero cualificado.