sábado, 2 de febrero de 2013

salva opina


Frente popular, dimisión del gobierno, supresión de la monarquía, proceso constituyente...

Todo eso eso esta muy bien, lo suscribo. Pero ¿estamos unidos los republicanos y la izquierda política ( lo que sería un Frente Popular) y preparados para que nuestra alternativa sea acogida por el pueblo, la haga suya y la lleve adelante? Me acongoja en el caso de unas elecciones anticipadas tras la dimisión del gobierno que se hace inevitable por los escándalos que ya no pueden ocultar, con la monarquía presente todavía y con una ley electoral que favorece el bipartidismo, que pierdan “éstos” (méritos de sobra han hecho) y ganen los “otros” (solo por despecho popular). Estaríamos en mismo callejón con pequeñas variantes. Sigamos , pues, forzando la dimisión del gobierno y la disolución de la monarquía, pero sobre todo consigamos la unidad política necesaria, el compromiso para transformar la sociedad acorde con las necesidades populares, para abrir un verdadero proceso constituyente de la III República.
De la unión nace la fuerza transformadora del pueblo, ella hace que perdamos los miedos, que levantemos nuestros ánimos, que produzcamos alternativas coherentes, que veamos a los oportunistas para identificarlos, pero sobre todo hace que nuestra conciencia colectiva aumente de tal manera que no haya barrera posible que la contenga.
La memoria nos trae el recuerdo histórico que cuando se proclamó la II República, tras la descomposición del régimen monárquico y a raíz de unas elecciones municipales ganadas por los partidos republicanos y de izquierda, había previamente un gran pacto republicano funcionando, con una alternativa republicana en contraposición al viejo régimen. No era un frente popular, esto vendría más tarde, pero era un pacto amplio que recogía las ansias populares de libertad y de cambio político, que dio su fruto con la victoria electoral municipal, con la huida del tirano, con un proceso constituyente y con la puesta en marcha de la República.
Quizás ahora nos exigimos mucho a nosotros mismos al ver como condición previa la existencia de un frente popular, con lo que de lograrse por supuesto estaría totalmente de acuerdo, pero por lo menos deberíamos alcanzar “un pacto por la república o un pacto por la libertad” previo, entre republicanos, izquierda (incluyendo al sector de izquierda del PSOE que se siente republicano y dispuesto a liberarse de la actual casta dirigente -¿por qué no?-) y ciudadanos progresistas hartos el sistema actual. Este régimen esta descompuesto, los partidos actuales llenos de corruptos y vividores y en estas circunstancias no podemos ir a un proceso electoral sin más porque no lograríamos la alternativa que necesitamos para transformar esta sociedad y alcanzar la libertad por la que nos inspiramos, deseamos, vivimos.
Necesitamos un pacto por la libertad que abra un proceso constituyente, una verdadera transición de la dictablanda monárquica a la República.
Después sí que necesitaríamos un frente popular para mantener las conquistas sociales que nos abre la llegada de la República, para consolidarlas.
Salud, memoria y República.

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