"...Un
partido republicano no puede, bajo ningún concepto, ser cómplice
permisivo o colaborador pasivo de las aberraciones sociales que se
están llevando a cabo en el Estado español..." (Gabriel
Alcolea)
Esta
reflexión de nuestro amigo republicano es aplicable a toda la
izquierda que ha jurado o prometido lealtad a la constitución
monárquica y que olvida en sede parlamentaria su "condición"
natural pro-republicana. ¿Cómo queremos traer la República, si
tanto "republicano" olvida su compromiso con la misma?
¿Cómo los votantes de esa "izquierda" social
aparentemente en perspectivas de aumento electoral se va a declarar
republicano si la misma no lo hace? Y los que lo hacen se encuentran
en la disyuntiva o contradicción personal de ser republicano y estar
ligado al sistema anti-republicano.
Lo
de la JER (Junta Estatal Republicana) está muy bien, formalmente
hablando, pero sus miembros deben ser coherentes con su presencia en
la misma y en todas las tribunas deben defender frente al “status
quo monárquico” (además de explotador de los trabajadores y
contribuyente nato a la desigualdad económica y social creciente)
la PROPUESTA REPUBLICANA. Si no a ¿qué juegan, a servir a dos
señores? Monarquía ( y más siendo ésta el fruto de una
dictadura) ó República, ambas son plenamente antagónicas, como
siervo y hombre libre lo son.
No
avanzamos, pues, socialmente lo deseado por culpa de la colaboración
y adaptación al sistema burgués imperante de quienes deberían
tomar la bandera de la libertad, que en nuestro país representa
simbólicamente nuestra amada y deseada Tricolor. Algunos en su
“ruptura” ideológica con nuestro pasado republicano hablan,
descaradamente, de abandonar estos símbolos de liberación social.
¡Qué gran desprecio a la Memoria Histórica de nuestro pueblo!
Si
a esto añadimos que los sindicatos mayoritarios (¿mayoritarios? si
apenas han alcanzado el 10% de los votos sindicales...) actúan más
como correa de transmisión de los valores e intereses del sistema
que como organizaciones en lucha contra el mismo y aparcan ( para
seguir beneficiándose de las subvenciones estatales) o relentizan
las luchas de defensa de los intereses inmediatos de sus votantes
como derecho al trabajo, reparto del mismo, derecho a una vivienda,
derecho a unas contribuciones dignas subsidiarias cuando se pierde el
empleo, cuando peligra la seguridad social pública, resolutiva,
competente y gratuita... Pues tampoco avanzamos.
Como
resultado es tal la confusión que no nos permite a corto y medio
plazo ver como realidad tangible y sostenible la República de los
ciudadanos.
Pero
no quiero sembrar confusión y pesimismo entre quienes han logrado el
grado de conciencia política y social suficiente para enarbolar la
Bandera de la Libertad, a lo más que aspiro es a desear que la
izquierda política recobre sus valores, y rompa con el sistema
burgués imperante.
Entonces
seguro que su contribución ayudará enormemente a que el número de
republicanos sea mayoritario. Porque mayoritaria es la parte de la
sociedad que necesita de la liberación social, económica y política
frente a reyes, duques empalmados, banqueros ladrones,
desahuciadores sin escrúpulos del daño que causan, empresarios
defraudadores que no emprenden sino que roban... y frente a
eclesiásticos ruines que nos predican resignación.
Salud,
memoria y República.
Comparto tu análisis Salva. El otro día leía un artículo de un miembro de Izquierda Unida - no recuerdo de qué provincia era - que decía que él era "republicano y juancarlista". Y se quedó tan ancho. Así es muy difícil que "la izquierda" avance lo que debería avanzar y que sea una alternativa real y creíble a este régimen.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por compartirlo. Sí, hay muy buena gente tiene mucha confusión ideológica como indicas. la misma izquierda no se esfuerza en educarnos o proporcionarlos elementos para que podamos aumentar nuestra propia conciencia política de izquierdas o de republicanos. ¿La izquierda que procede así es izquierda? A qué compartimos dudas. Un abrazo fraternal.
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