salva opina

Embaucando y amenazando, se fue por donde vino

Se fue por donde vino, volando con su avión particular, sus arcas llenas, con sus batas blancas y almidonadas a la perfección, sus oros y sortijas relucientes… Atrás nos dejó un mensaje de resignación y de amenaza del infierno sino somos “buenos”, si alguno se atreve a buscar a Dios al margen de su férrea y absolutista dirección…

El infierno, el fuego eterno, el recurso por excelencia para contenernos, para aborregarnos, para conformarnos a la miseria de cada día, a la sumisión total. El mensaje más repetitivo y dañino desde las postrimerías del emperador Constantino.

Solo que en el siglo XXI los ciudadanos que nos sentimos laicos y libres nos atrevemos a pensar que sí, que hay un i n f i e r n o, pero no en el mas allá inventado y fabulado, sino acá, siendo una pura realidad: es la que nos imponen los Botín, Rouco, Zapatero, Rajoy, todos los poderosos y acaudalados sin conciencia social cada día. Sobre todo a nuestros hermanos sin trabajo, a los dependientes sin ayudas, a los jubilados condenados al racionamiento, a los funcionarios y personal público con la amenaza de la privatización, a la mujeres víctimas propicias e indefensas frente al machismo asesino... el infierno es lo que padecen nuestros parientes del Cuerno de África, nosotros tuvimos la suerte de emigrar unos siglos antes.

El infierno, así visto, para nosotros es el dogmatismo y la xenofobia.

Sr. Ratzingert que tenga buen viaje y no vuelva por aquí si es para comernos el tarro y amenazarnos más de lo que estamos todos los días, sus amigos de barra libre, descuide, lo harán por usted. Y si tanto le gusta viajar dese una vuelta por África y además de repartir preservativos lléveles unos cuantos millones de los muchos que tiene, quizás ese día nuestros hermanos podrán comer.

¡Ea! , amigos republicanos y laicos: salud, memoria y República.