ABRIL
Abril
no es un mes cualquiera, no solo porque la primavera despega, los
naranjos te inundan de aromático azahar, los rosales brotados y con
verdes hojas marcan capullos que reventarán en hermosas rosas de
todos los colores, las abejas pululan por todo el campo para
alimentar a su fértil “reina”, y por contra los alérgicos
sufren inconvenientes no deseados y también se suele dar algún
susto climatológico que no esperamos y creíamos ya superado el
invierno.
Pero
abril no por ello deja de ser el mes grande en la Historia (con
mayúscula) de los pueblos de España y de sus gentes. Es el mes
histórico y glorioso por excelencia para los que llevamos la
democracia y los anhelos de justicia no solo en la mente, sino
también en el corazón, circulando por nuestras venas de sangre
roja. Sí, roja. Ya no habrá injusta sangre azul.
Abril,
el mes que un pueblo mediante unas elecciones municipales le dio la
patada más sonora de la historia a la monarquía en las “reales”
posaderas del inútil y putero Alfonso XIII.
¡Cuántas
esperanzas e ilusiones se abrieron con la huida azarosa del
desprestigiado monarca y su familia!
Abril,
14 de abril, la Bandera Tricolor a partir de la ciudad de Eibar va
inundando todos los balcones de nuestros Ayuntamientos, las gentes
salen a las plazas, se forman corros, se abrazan, cantan, comparten
la alegría de la libertad conquistada... Porque la libertad solo es
libertad cuando se conquista.
Los
curas y sus jerarquías ponen cara de pocos amigos porque saben que
se les va a poner coto a sus desmanes y poderes ilegítimos de
siglos, los generales se afeitan los bigotes y temen por sus
desmesurados privilegios acumulados como recompensa a sus
inutilidades y perezas, los señoritos se recluyen en sus casinos
esperando como reorganizarse, las monjas se cierran a cal y canto...,
éstos y éstas no pueden compartir la alegría de un pueblo tantos
años oprimido.
Los
más entusiastas son los obreros con sus sindicatos y sociedades
humanitarias que ven como las cárceles que se vacían de tantos
luchadores injustamente recluidos; los exiliados retornan; los
maestros, que alegría para ellos, podrán impartir con libertad las
enseñanzas que harán a este pueblo más libre, próspero,
progresista, justo...; las mujeres que por fin serán ciudadanas e
iguales a los hombres; los escritores, científicos y los sabios que
se pondrán al servicio de su pueblo...
¡Abril,
1931, que mes tan grande y tan hermoso!
Por
fin ha libertad, hay un camino y una esperanza para hacerla más
grande. Libertad para todos, incluso para los que a escondidas ya
están conspirando contra ella.
El
14 de abril de 1931, la libertad, la fraternidad, la legalidad,
herencia de la gloriosa Revolución Francesa, aunque con unos siglos
de retraso, por fin también ha llegado a los diferentes pueblos de
la vieja España.
¡Salud
amigos, República compañeros!
Saludos Salva Artacho Ruíz.
ResponderEliminarMuy interesante tu blog por muchas razones. He leído tu comentario, y al ver que se proclama la República tras unas elecciones municipales, usadas para cambiar el gobierno nacional, me ha recordado una duda, y que en este tipo de blog no suelo encontrarlo. ¿Me podrías decir en qué fecha el pueblo español votó enr eferendum la Constitución Republicana? Es que no encuentro por ningún lado esta fecha, y no entiendo por qué.
Gracias de antemano por tu segura y generosa respuesta.
La Constitución española de 1931 fue aprobada el 9 de diciembre de 1931 por las Cortes Constituyentes tras las elecciones generales españolas de 1931 que siguieron a la proclamación de la Segunda República y estuvo vigente hasta el final de la Guerra Civil Española en 1939. La República española en el exilio continuó reconociendo su vigencia.
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