salva opina

Los políticos de occidente y sus buenos amigos los tiranos

El artículo "Zapatero abre el mercado libio a empresas esañolas en su reunión con Gadafi" (ElPAIS.com) e ilustrado con una foto donde ambos se estrechan la mano, me ha sugerido una nota de denuncia o de lamento o de queja de la política que hace Occidente con respecto a esos países tiranizados y de la relación, a veces hasta personal, que mantienen con tan irascibles y despóticos personajes los "líderes" occidentales .Después de observar la foto donde el presidente del gobierno sonriente le estrecha la mano al cruel dictador libio suministrada por El País y que me ha hecho llegar el amigo Antonio B.L. a través de Facebook, me imagino que por higiene el sr. ZP se estará lavando las manos, día tras día, por lo de la sangre derramada del pueblo libio. Y es que los gobiernos que dirigen la administración política en los países capitalistas se suelen llevar de maravillas con los dictadores de los países antes conocidos como tercer mundo, eso les facilita el acceso y saqueo de las materias primas de esos pueblo para sus grandes empresas y holdings, estos solo perciben migajas frente a los tesoros que acumulan sus corrompidos gobernantes. Así Francia lo hizo con la dinastía de los Duvalier de Haiti, Bélgica con el Congo rebautizado Zaire por el dictador Mobutu, la Italia de Craxi con el presidente Alí depuesto por el pueblo de Túnez, EE.UU. de América con su agente Mubark de Egipto, hoy sustituido por los mismos militares que lo mantuvieron en el poder los últimos 30 años, Berlusconi, pese tantas "presuntas fiestas y bacanales" le queda tiempo para hacer negocios con el dictador árabe-norteafricano al que no le hace ascos (ojo esto lo hemos oído o leído en la prensa capitalista) ... y ¿cómo no nuestro nuestro Zp?, ese hombre de tanto talante y tan fiel "cumplidor " de sus promesas electorales, no iba a ser menos que sus colegas de acá y del otro lado del Atlántico, de ahí que aprovechara la visita que recientemente le hizo el dictador libio para agasajarlo y firmar contratos para las "grandes" empresas que representa (constructoras, petroleras, gasísticas, etc.), pero sobre todo con quien se lleva a partir un piñón, "nuestro" presidente, según parece y él no se empeña en demostrar lo contrario, es con el monarca-dictador de Marruecos, no sólo verdugo de su propio pueblo, sino que como no tiene bastante donde tiranizar y expoliar la emprendió con la República Democrática Árabe Saharaui, tras la huida y entrega vergonzosa que España hizo del territorio, con el "Príncipe de España" haciendo de "jefe de estado" en funciones por la enfermedad del dictador, que a su vez lo designó sucesor y continuador de su obra con el título de Rey.

España, a través de los gobiernos sucesivos de la monarquía borbónica que padecemos, no sólo no ha rectificado esa traidora acción de abandono y de incumplimiento de sus obligaciones en la descolonización, sino que mira hacia otra parte cuando el pueblo saharauí es perseguido y violentado por la dictadura reinante en Marruecos. Está bien que la sra.ministra de exteriores haga declaraciones, ahora que ve tambalear al sanguinario sátrapa de Trípoli aunque en su momento lo agasajó y recibió junto a su Jefe, pero de que doble moralidad hace gala cuando disculpa y protege por su inacción el atropello diario al pueblo saharauí de parte de su asociado, por cierto "primo" del monarca heredero de Franco y refrendado por una constitución previamente pactada entre franquistas conversos a demócratas y la oposición claudicante y conformista del momento que no pudo o no quiso ir más allá, traicionando el derecho y los ideales republicanos.

Y es que la moral de los jefes de gobierno occidentales es así de banal e inconsistente, de tanta hipocresía..., mientras pueden hacer negocios sin importarles el sufrimiento y la tiranía que soportan los pueblos..., pues eso, tan amigos, y cuando estos pueblos hartos de tanto sufrimiento se alzan y deponen a sus tiranos entonces se limitan a hacer declaraciones como si ellos jamás se hubieran relacionado con semejante gentuza e incluso a ofrecer "ayuda". Al tiempo, lo veremos, cuando madure la revolución en Marruecos. Y es que nuestros gobernantes, en sintonía con su entorno donde se mueven de maravilla y sonrisas mil, no podían ser menos hipócritas y " ca--llas" que sus colegas del mundo civilizado y cristiano.